El número de muertos europeos por el frío podría ser mayor al de los ucranianos fallecidos en Ucrania
Estos son los desoladores pronósticos que hacen los autores de la revista francesa Atlantico y del británico The Economist que analizaron el tema con varios expertos y llegaron a la conclusión de que cientos de miles de europeos podrían morir este invierno debido al frío y la incapacidad de calentarse.
Con ello, no será Rusia la culpable, sino una enloquecida política verde, que se ha visto exacerbada por las sanciones implementadas contra Rusia. Al parecer, la desindustrialización de la que tanto hablo no es el mayor de los problemas que le espera a la Unión Europea.
Así, teniendo en cuenta los precios actuales de las fuentes de energía, el exceso de mortalidad podría crecer en 147.000 en comparación con el número promedio para los años 2016-2019, mientras que será de tan solo 79.000 si el invierno será cálido y 185.000 en el caso contrario, señalan los británicos. A modo de comparación, ya son más de 100.000 soldados ucranianos los que han muerto en este conflicto, pero los civiles europeos podrían superarlos en este aspecto.
Estas muertes serán causadas por una gran variedad de factores, algunos de los cuales son:
- Un trabajo limitado de las clínicas y hospitales debido a facturas de luz desorbitadas.
- Muchas personas, como los indigentes, no tienen manera de calentarse.
- En esta época del año hay repuntes de muchas enfermedades, lo cual combinado con el primer factor es muy peligroso.
- Habrá más accidentes mortales, pues habrá que intentar calentarse de maneras improvisadas.
Mientras tanto, los médicos italianos advierten que en el hogar de uno de cada cuatro ancianos hace demasiado frío. Como resultado de ello, el ahorro en las facturas de luz podría quebrantar la salud de tres millones de ancianos que no tienen la capacidad económica de calentar sus casas, informan los médicos de la Sociedad Italiana de Gerontología y Geriatría.
La República Checa tampoco podrá evitar problemas de frío. Así, los medios locales informan que las solicitudes para hospedarse en las residencias sociales se han duplicado. Los altos precios de la energía golpean así a familias con niños y gente que antes podía permitirse pagar las facturas.
Podemos concluir esto con las palabras de la portada de The Economist: Congelados: el mundo ha dejado detrás a Europa.
