EL oscuro plan de guerra contra la Humanidad

Por Josermano Ariza

La gran mayoría de los medios de comunicación están dedicados a justificar la guerra, pero lo más grave, es que para ello promueven la deshumanización cultural, los gobiernos fascistas promueven el rompimiento de todos los acuerdos locales e internacionales acerca de la convivencia pacífica, del derecho internacional humanitario, dejando aún más en vulnerabilidad a todos los vulnerables de la tierra, aquellos que no tienen capital, ni armas, ninguna fortaleza para confrontar el caos al que nos orillan, su única fortaleza natural e histórica es la unidad de las enormes mayorías que no ganamos nada, más aún, perdemos todo con las guerras, por eso aprovechando las redes sociales creadas como mecanismos de guerra, promueven la división, la destrucción del tejido social, la promoción de todos los odios, religiosos, raciales, ideológicos, aporofobia, etc.

Este plan ha sido meticulosamente diseñado y desarrollado desde los más grandes laboratorios a cielo abierto contra Palestina por los sionistas, esta sistematizado utilizando todas las herramientas tecnológicas desarrolladas por el mundo científico pagado por las grandes multinacionales, de ahí han salido productos tan elaborados como el software Pegasus tan renombrado recientemente, pero es solo una muestra de todo lo que los sionistas del Mossad y la CA siguen produciendo contra la humanidad.

Los presidentes fascistas, Trump, Milei, Noboa, Boluarte, Bukele, Mulino, etc., algunos colocados aun a punta de fraude descarado, solo obedecen un libreto, todas sus actuaciones polémicas no son locuras o torpezas, esta fríamente calculados: invadir una embajada, como no lo había hecho antes ni Pinochet, declarar como enemigos, como chivo expiatorio, a los migrantes pobres, hacer aprobar leyes supuestamente contra el crimen organizado pero que en realidad son para judicializar toda protesta social y persecución contra los verdaderos lideres sociales, lograr reducir todo el presupuesto social contra la educación, la salud, la seguridad ciudadana etc., para convertirlo en presupuesto de guerra contra la humanidad.

La actual campaña mediática global para destruir todos los vestigios de desarrollo de la humanidad, la solidaridad, la justicia social, el tejido social, el bienestar comunitario construido desde la acción y política social, las Constituciones garantistas de derechos la libertad efectiva de expresión, de organización, de resistencia, la paz social basada en el bienestar y la concertación publica, etc.

Porque cuando se instala la guerra todo gira alrededor de la fuerza y de los resultados contra el enemigo, la humanidad deja de importar, los derechos pasan a segundo plano, los señores de la guerra toman de facto la batuta del control social, todo gira alrededor de sus órdenes, todos los humanos dejan de ser personas y se convierten en números, en recursos, viejo sueño mojado de los neo liberales y de los abusadores de todos los pelambres. Es la humanidad o la barbarie.

Y si las grandes mayorías que pueden detener esta barbarie siguen divididas, diezmadas, medran en sus miedos e incertidumbres sembradas, se esconden solos debajo de sus miserias, los abusadores seguirán venciendo, ahora que el fascismo nos convence de que el otro igual es nuestro enemigo, es más que nunca necesario levantar la cabeza, bajar el puño, desarmar el odio, mirarnos a los ojos, recuperar la capacidad de abrazar, de escuchar, de comprender lo humano, de evitar defender cualquier violencia, cualquier agresión contra los más vulnerables, las mujeres, los niños, los enfermos, la tercera edad, los migrantes, etc.

Ellos, los abusadores guerreristas tienen todos los poderes, económicos, políticos, mediáticos, militares, etc., nosotros las mayorías, los pueblos, tenemos el poder fundamental que es la base de todos esos otros poderes, el poder de entender el mundo que vivimos y decir basta, detener a ese 1% dueño de más del 50% de la riqueza mundial, detener el absurdo de que 1 persona logre dominar a 99, escoger el bienestar, la convivencia pacífica, el enriquecimiento reciproco de todos, apostar con fuerza por un futuro mejor posible, escoger el amor y desechar el odio, todos los odios, de otra manera las bombas tendrán la última palabra y la humanidad perderá su batalla más existencial, esa que se cocina ahora mismo y que nos amenaza como especie humana porque los enfermos avariciosos prefieren quemar la casa que permitir un mundo equitativo. Aun todavía la decisión final está en nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras manos, es urgente salvar nuestra humanidad.

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