¿ El reordenamiento PRM-FP-PLD-PRD impulsa nuevo orden político en primera vuelta?

Por Juan Carlos Espinal.

La relación directa entre el crecimiento electoral del Dr. Leonel Fernandez, la inestabilidad política del gobierno de Luis Abinader, la pérdida de hegemonía del PLD en las Alcaldías y Congreso y el rechazo a la reelección parece razonable.

Por un lado, el incremento de las expectativas del crecimiento económico fondomonetarista estipulado se han desvanecido, las metas de inflación presentan incumplimiento mientras el plan Guliani de seguridad ciudadana resultó en decepción.

La correlación electoral existente entre los partidos políticos mayoritarios de oposición como FP, PLD y PRD, la convergencia de la movilización hacia la política de amplios segmentos de jóvenes, mujeres y trabajadores, la adhesión de
movimientos sociales a la lucha social, el alejamiento de amplios sectores de la sociedad civil con el gobierno y los resultados de las últimas encuestas revelan el rechazo de la población a la continuidad del proyecto político Luis Abinader 2024-2028.

En COVID-19, ante la falta de instituciones políticas estables el confinamiento de más de 550 días, la militarizacion de la sociedad Dominicana y los problemas sociales y económicos aislaron al gobierno de la ciudadanía ampliando los niveles de incertidumbre.

Se puede apreciar la paradoja de que el desplazamiento del PLD condujo al PRM al poder y al crecimiento de Fuerza del Pueblo.

Al parecer, esta situación se relaciona en forma directa a la derrota electoral del candidato presidencial Gonzalo Castillo y Margarita Cedeño en las elecciones presidenciales del 5 de Julio del 2020.

El crecimiento político de Fuerza del Pueblo aumenta de forma vertiginosa en la medida en que puede absorber a la militancia peledeista, a los votantes insatisfechos, Leonel Fernández restaura su imagen frente a los electores conservadores y se fortalece ante los independientes.

Es de suponer que la insatisfacción política que acusa el gobierno del presidente Abinader es responsable de la fragilidad de la separación de poderes, de la crisis institucional en ciernes en la Junta Central Electoral y del clima de tensiones sociales y políticas existentes.

El objetivo principal del plan de continuidad del proyecto Luis Abinader Presidente 2024-2028 es la implantación de un nuevo consenso bipartidista.

En las municipalidades la movilidad de los peledeistas sin empleo constituye una preocupación común para la el PRM en tanto la mayoría de la militancia peremeista está fuera del gobierno.

En general, cuanto mayor es la insatisfacción de los desocupados, desvinculados o excluidos del presupuesto mayor es la desestabilización.

Desde el PRM, los hipolitistas descontentos se mantienen en la periferia de los acontecimientos políticos incentivando la desestabilización, instigando el conflicto social y político, socavando a la oposición aumentando la contradicción.

Resulta claro que esas incitaciones políticas se originaron en las alianzas del sufragio en la capital de Santo Domingo donde funciona de manera satisfactoria un pacto empresarial que solo los analfabetos políticos no pueden ver.

Es común que Hipólito Mejía tenga intereses en el ayuntamiento de la capital y mayores exigencias respecto del gobierno de Luis Abinader.

Además, es muy probable que en ese terreno político la acción de los primeros se mantenga dentro de ciertos límites, en tanto que la de quienes poseen cierto grado de lealtad a Luis Abinader se desvanezca.

De forma irónica la movilización social de Leonel Fernández disminuye las aspiraciones de Luis Abinader.

Es de suponer que el crecimiento político de Fuerza del Pueblo reduce la capacidad del gobierno de Luis Abinader para satisfacerlo y, por lo tanto, tiende a dispara las frustraciones sociales y por consiguiente la inestabilidad política.

También supone un rápido crecimiento político de los nuevos actores de sociedad civil, nuevas oportunidades para los movimientos sociales y crea nuevos consensos paralelos a los grandes empresarios aunque los involucren debido a que quienes encauzan a los trabajadores hacia la actividad económica prefieren que estos no se dediquen a la protesta.

Del bipartidismo PRM- FP se puede decir que permite la organización de nuevos agrupamientos políticos, aumenta el número de individuos desmovilizados convencidos de que en la actual crisis el único cambio es una alianza opositora de primera vuelta.

El bipartidismo PRM – FP permite un estatus social concordante con el nuevo bloque económico.

Aumenta la movilidad geográfica de Leonel Fernandez, que evidentemente condiciona el crecimiento de Abel Martínez Durán y alienta la rápida migración de peledeistas hacia Fuerza del Pueblo lo que produce el extremismo político de los sectores desplazados.

El bipartidismo PRM- FP disminuye el número de personas cuyo nivel de vida está en descenso y de ese modo puede contrarrestar el inmovilismo político.

Eleva los niveles de gobernabilidad relativa en medio de la pandemia COVID-19 desactivando el descontento popular.

Aumenta la participación política, lo cual contribuye a elevar las aspiraciones de la clase media por encima de las expectativas que permiten satisfacerlas.

La esperanza de que se produzca un nuevo gobierno encabezado por Leonel Fernández reduce los conflictos sociales relativos a la crisis de derechos y a la falta de distribución de las inversiones logra contener a los desafectos y desactiva la caída estrepitosa del consumo.

Acrecienta la capacidad de organización de los grupos sociales organizados, condiciona en la opinión pública a las exigencias que el gobierno esta incapacidad relativa de satisfacer.

En la medida en que el desplazamiento electoral de la candidatura presidencial del PLD va generando incertidumbre en esa misma medida Leonel Fernández y Fuerza del Pueblo se convierten en opción.

La vinculación entre el crecimiento político de Leonel Fernandez y la ingobernabilidad en crisis está estrechamente vinculada a la inestabilidad del gobierno de Abinader.

Estas pugnas entre el PRM y el PLD sugieren que la relación de coincidencias entre FP, PLD y PRD- si es que existen – deben tener un vínculo de compromiso social.

Por una parte, es necesario cierto grado de estabilidad para hacer posible la gobernabilidad.

La tesis de que si el gobierno del PRM fracasa facilita el fortalecimiento del PLD hace posible la ingobernabilidad.

Quienes están sumidos en esa indigencia politica también sienten pánico por el mundo pos COVID-19 que les rodea y no se muestran hospitalarios con respecto al Cambio.

Así como vaya la movilización politica del Dr. Leonel Fernández y otros indicadores sociales y políticos, en esa misma intensidad existirá una relación positiva entre el nuevo consenso oficialismo y oposición : FP-PRM.

En la práctica, el Dr.Leonel Fernández le otorga a la oposición política un índice razonable de legitimidad popular.

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