Elevar la condición humana
Por: Ramón Antonio Veras.
1.- Como clase o simple activista, incidir en la política solamente tiene sentido si se aporta, pues de lo contrario el ente social no es más que una cosa con existencia material o espiritual.
2.- Llegar a dirigir la sociedad para satisfacer apetencias personales es un culto a sí mismo que en nada contribuye al desarrollo humano.
3.- Lo que enseña la vida dominicana es que, desde el Estado, el país ha permanecido políticamente administrado por grupos económicos sin visión de desarrollo integral.
4.- Orientar bien a una comunidad para que sea feliz en el presente y en el futuro, es prepararla, acomodarle la mente para que genere ideas de bien.
5.- La instauración de un sistema educativo para formar niñas y niños en el correcto proceder dice de la grandeza de quienes están al frente de la administración pública.
6.- Resalta en un equipo político al frente del Estado ocuparse de que la sociedad en general esté regida por normas, reglas y principios que pongan a la persona en el centro de la atención estatal.
7.- Ocuparse de la buena forma de portarse los miembros de la comunidad, manda una señal de que desde las alturas del poder hay interés de contar con buenos ciudadanos y ciudadanas.
8.- Un país en el cual los que están en el poder del Estado se manejan haciendo por capricho lo que le dicta su voluntad, no puede ir por el camino correcto, porque se impone el dejar hacer por pura conveniencia particular.
9.- Sin necesidad de mayor esfuerzo, es fácil comprender que el país nuestro ha estado dirigido sin pensar en hacer un ser humano de bondad favorable a la humanidad entera.
10.- Al Estado dominicano no ha ido una clase social a dejarle a la posteridad mujeres y hombres educados para hacer el bien a otro, con la sana intención de ser colaboradores.
11.- De nada sirven las muchas escuelas y centros universitarios, si en su interior no se están educando a jovencitas y jovencitos humanistas, con condiciones inclinadas a querer a los demás.
12.- Lo ideal sería que el pueblo dominicano, más temprano que tarde, se dé un gobierno de gente que quiera a sus connacionales, partiendo del amor y el respeto a la dignidad y a todas sus cualidades morales.
13.- El auténtico y verdadero florecimiento del pensamiento social llega allí, donde bajo un avanzado régimen económico, todo es puesto para la felicidad del pueblo y el despliegue de su capacidad creadora.
14.- El más elevado objetivo a que puede aspirar un luchador social, en una sociedad como la dominicana, es ver a su pueblo liberado de las trabas que le impiden su realización material y cultural.
15.- La tristeza va a desaparecer del seno del pueblo dominicano humilde, cuando surja un gobierno central que tenga como objetivo cambiar la existencia indigna por otra, expresada en el respeto de que es merecedora toda persona por su sola condición humana.
16.- La mayor aspiración de las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos debe ser formar para la posteridad a mujeres y hombres con características o manera de ser, en esencia, nobles y altamente solidarios.