¡En los chips es la cosa!
Alvin Lezama.
Ilustración: Raúl Arias, diseñador gráfico e ilustrador, para la Revistas Telos, Fundación Telefónica España.
La pandemia COVID-19 ha puesto al descubierto las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas de las economías avanzadas y de sus países. Es un análisis público, fortuito realizado a EE.UU. y a los países aliados, podríamos decir del llamado G7. Ha sido la prueba de fuego al modelo de globalización iniciado en la década de los 70’s del siglo XX, a la ideología neoliberal consagrada en el consenso de Washington que le acompaña, y a los organismos multilaterales de la ONU como: el consejo de seguridad, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Internacional del trabajo, entre otros. Los resultados no parecen alentadores, este proceso aún está en curso. El escalamiento de las tensiones mundiales entre un orden internacional imperante, el establecido por los EE.UU. y sus aliados, y un nuevo orden emergente encabezado por China y Rusia, dan cuenta de que la cosa está ruda y los pronósticos no parecen presagiar salidas en el corto plazo.
La tan publicitada revolución 4.0 como que no pasará lisa, sin perturbaciones, sin turbulencia, sin violencia.
La reciente presentación de la propuesta de Ley “Europea de Chips ”, a la Unión Europea, el 8 de febrero del 2022, la cual fue enviada al parlamento europeo y a los estados miembros en ese acto para su aprobación. Se estima que estará aprobada para principios del 2023. La promulgación por el presidente Biden de la Ley “CHIPS and Science” , de los EE.UU., el 9 de agosto del 2022. Son dos hechos relevantes, de los que se infiere que la escalada en la guerra que se libra contra China continuará por algún tiempo.
Estas leyes establecen el marco legal que abre nuevas posibilidades de acciones concretas, en el mero corazón de la revolución industrial 4.0., en su componente electrónico-digital, donde el gigante asiático ha logrado una posición importante tanto en la fabricación, como en la Investigación, Desarrollo e Innovación, representando una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU y sus aliados. Ya no sólo se trata del déficit comercial, sino de la afectación de la vanguardia tecnológica que toca hasta el poder militar en varios ámbitos, por lo menos cinco: espacio terrestre, espacio ultraterrestre, operaciones marítimas y submarinas, cibernética e inteligencia artificial. Así lo confirman los reportes de varias agencias gubernamentales de EE.UU.
Todo es electrónico y/o Digital
Mire a su alrededor, cualquier equipo que le auxilia y facilita su cotidianidad contiene en su estructura interna un circuito electrónico, si ud. lo abre verá una serie de dispositivos, cual cucarachitas, que son los chips o circuitos integrados, dispuestos en una placa, junto con condensadores, resistencias y transformadores. Si Ud. le quita esta tarjeta, el equipo deja de funcionar, “deja de respirar”. De allí que cuando un técnico le dice popularmente: la falla está en el “cerebro”, Ud. sabe que no hay mucho qué hacer, se está refiriendo probablemente a una de estas cucarachitas.
Abra una computadora, un teléfono celular, un televisor de pantalla plana, una consola de videojuegos, na guara, mientras más pequeño, más importante será el chip.
Revise las etiquetas, para hallar ¿dónde fue fabricado el equipo?. Puede que diga China, pero incluso si dice Corea o Taiwán o EE.UU., puede que los componentes principales, es decir los chips, sean fabricados en China, aún cuando la marca sea Qualcomm e Intel, las empresa de vanguardia en los chips de celulares, laptos, tablets, pcs, servidores.
Se podría decir al respecto: “Todos los caminos conducen a China o a Asia”.
Los costos de fabricación son tan bajos en China y en Asia, en especial la mano de obra, que ninguna empresa ha resistido a mudarse a estos países o contratar con una empresa china o asiática para la fabricación de sus componentes o equipos, hacen lo que se les pida bajo demanda. Ojo ya no se trata de “carritos de latón”, ni soldaditos ni pitos de plástico para las piñatas, ahora fabrican chips, celulares, consolas de juego, controladores, carros de alta gama, etcétera, bajo pedido de marcas mundiales reconocidas. Intel, Qualcomm, Apple, Sony, diseñan sus chips y equipos en los EE.UU., y luego los mandan a fabricar en China o en Taiwán o en Corea del Sur. Hasta Taiwán tiene fábricas en China continental. China es como el núcleo de un conglomerado de empresas dispersas por toda Asia.
La política de apertura y reforma de China que se puso en marcha luego de 1978, hace un poco más de cuatro décadas, muestra su resultado: un desarrollo y crecimiento económico sin precedentes, que la ha convertido hoy en la segunda economía del mundo y el principal socio comercial de las economías avanzadas y las economías emergentes. Entre los cinco primeros. China es primero en importaciones y tercero en exportaciones, hacia y desde los EE.UU. Pero igual sucede con China, es su primer cliente (% exportaciones) y tercer proveedor (% importaciones) es Estados Unidos (santander trade, 2020). Es un matrimonio que deberá limar sus asperezas, se deberán aceptar con sus diferencias, porque son interdependientes.
Veamos algunos hechos relacionados con estas leyes:
La ley CHIPS y Ciencia de EE.UU.
Desmenuzando La ley de Chips y Ciencia
El 9 de agosto, el presidente Biden promulgó una importante ley destinada a impulsar la producción de semiconductores en EE. UU. y estimular la innovación en una variedad de tecnologías avanzadas y emergentes. La legislación, … compromete más de $280 mil millones en fondos federales para aumentar las capacidades nacionales de diseño, investigación y fabricación de semiconductores, y aumenta el apoyo federal para I+D en áreas como IA, computación cuántica, energía avanzada y biotecnología.
El proyecto de ley tiene como objetivo reducir la dependencia extranjera de la producción de semiconductores en lugares geopolíticamente sensibles, como Taiwán, y aumentar el papel del gobierno federal en la financiación de la investigación en áreas estratégicas de la ciencia y la tecnología. Su objetivo general es preservar el dominio económico y tecnológico de Estados Unidos y reforzar la resiliencia de la cadena de suministro, con el ascenso de China como principal impulsor de lo que muchos caracterizan como una forma de política industrial.” (Durkee, Peteres, Reischer, 9-8-2022, APCWorldWide)
Los beneficios y las condiciones
“Las disposiciones principales de la Ley de ciencia y CHIPS incluyen $ 39 mil millones en asistencia financiera directa para la construcción y expansión de instalaciones de fabricación de semiconductores; $11 mil millones para la investigación de fabricación de semiconductores y el desarrollo de la fuerza laboral; $ 2 mil millones para acelerar a los beneficios derivados de la defensa a partir de los avances de laboratorio relacionados con chips; un crédito fiscal del 25% para empresas que inviertan en la producción de semiconductores en los Estados Unidos; $1500 millones para la innovación de la cadena de suministro inalámbrica pública; y $170 mil millones para apoyar la I+D en tecnologías avanzadas y emergentes. Otra disposición prohíbe que las empresas de chips que reciben fondos en virtud de la legislación amplíen la producción de chips más avanzados en China y Rusia.” (íb.), (resaltado nuestro).
Beneficiarios
Industria de semiconductores
“Los altos costos de construcción en los Estados Unidos y la naturaleza intensiva en capital de la construcción de fábricas avanzadas llevaron a empresas como Intel a hacer que sus inversiones propuestas en los Estados Unidos estuvieran supeditadas a los incentivos gubernamentales. Con la financiación federal ahora asegurada, se espera que se construyan numerosas fábricas en lugares como Arizona, Texas y Ohio durante los próximos años.” (íb.).
Industrias dependientes de los chips
“Otros beneficiarios de esta legislación son las industrias dependientes de chips, incluidas la aeroespacial, automotriz, comunicaciones, sistemas de defensa, tecnología de la información, fabricación, tecnología médica y otras. La escasez de chips causada por la pandemia ha provocado graves interrupciones comerciales, particularmente en las industrias automotriz y de electrónica de consumo. En 2021, por ejemplo, la escasez le costó a la industria automotriz mundial un estimado de $ 210 mil millones en producción e ingresos perdidos.” (íb.).
La Ley Europea de Chips
Está ley consta de tres pilares: “Chips para Europa”, Innovación y construcción de una capacidad para la producción a gran escala de chips; “Asegurar la cadena de suministros” en la producción de chips; “Monitorear y crear mecanismo de respuesta ante las crisis” en la producción de chips.
Dos comentarios:
El carácter punitivo y extraterritorial de la ley Chip y Ciencia de los EE.UU., que impone restricciones en cuanto a las relaciones con China de los socios comerciales y aliados que opten por los subsidios e incentivos fiscales de este programa, son de hecho medidas coercitivas unilaterales.
Ambas leyes intervienen en el mercado, lo que le criticaban a China de su modelo de socialismo de mercado se está legalizando en la práctica en las políticas y estrategias para el sector de los semiconductores o chips de EE.UU. y la Unión Europea.
Aun cuando la región de Asia tiene aproximadamente el 75% (10% China y 65% Taiwán) de la fabricación de chips, y casi el 90% de los chips avanzados (Taiwán), no hay posibilidad de que algún país pueda abarcar todos los insumos, equipos de este proceso de producción complejo, todo el ecosistema de la producción de chips.
La cadena de suministros de la producción de los chips tiene las siguientes particularidades: “…alta especialización y concentración geográfica, interdependencia de los actores involucrados y por último, la naturaleza intensiva en capital de esta industria. Una fábrica de chips o semiconductores puede requerir una inversión de US $20 millardos. Una empresa grande de semiconductores puede necesitar hasta 16.000 suplidores a nivel mundial. La cadena de suministros mundial comprende más de 50 cuellos de botella, en uno de sus pasos una región puede concentrar hasta el 65% del mercado. La pandemia interrumpió esta cadena de suministro y ahora el conflicto de Ucrania también. Dos ciudades de Ucrania, una en Mariupol y otra en Odesa, suplen aproximadamente el 50% del gas grado neón necesario para el proceso litográfico de la fabricación de chips, ambas cerraron. En Bélgica hay una empresa que suministra el 80% del gas refrigerante para la fabricación de chips, es proveedora de Intel, Samsung y la taiwanesa TSMC, cerró en junio de este año por tiempo indefinido.” (Parlamento Europeo, Julio 2022)
Se podría decir que estás leyes, con sus respectivas acciones están retrasadas por lo menos 7 años con respecto a la estrategia adoptada por China en este sector, que ya para el 2015 había elaborado un plan al respecto, reseñado por los mismos europeos al establecer el contexto para su propuesta de ley, de allí este extracto:
“Si bien las políticas de la UE que apoyan al sector de los semiconductores se han mantenido modestas (y centradas principalmente en la investigación), el apoyo gubernamental a la industria de los chips está muy extendido en todo el mundo (y en ocasiones se lo denomina una «carrera de subsidios» ). Comprende el apoyo brindado a través de los presupuestos gubernamentales (por ejemplo, subvenciones y concesiones fiscales, principalmente para actividades de I+D), pero también el brindado por empresas estatales a través del sistema financiero en forma de préstamos por debajo del mercado y por debajo del capital del mercado (principalmente en China) . El plan de China de 2015 ‘Made in China 2025’ estableció el objetivo de producir el 40 % del consumo de chips del país en 2020 y el 70 % para 2025; entre 2015 y 2025, el apoyo del gobierno chino a su industria nacional de chips podría alcanzar los 200.000 millones de dólares estadounidenses.” (Parlamento Europeo, Julio 2022).
Por otra parte, el déficit comercial de EE.UU. con China registró para el 2018: US $418 millardos, una brecha que viene creciendo desde 1985, aumentando más a partir de la crisis financiera del 2008, más por disminución del crecimiento del PIB de los Estados Unidos que por un cambio sustancial del crecimiento de la economía de China. La esperanzas cifradas en el mercado de china para el consumo de bienes y servicios estadounidense parecen que se diluyen.
El consumo per cápita de los EE.UU., estuvo entre US $65.000 y US $42.635, del 2020 (statista 1). Éste está entre 18 veces y 12 veces por encima del consumo per cápita de US $3.483, registrado en China, en el 2021. (statista 2). Los Estados Unidos cuestiona la intervención del Estado en el mercado, en especial porque éste orienta el aumento en la producción y la exportación más no estimula el consumo interno.
En el mismo sentido, la guerra comercial de aranceles, impuestos y restricciones, iniciada por Trump para revertir esta situación, y continuada con Biden, se reseña con frecuencia en los diarios, con titulares como:
“Guerra comercial Estados Unidos y China: 5 gráficos para entender el conflicto que tiene en vilo a la economía mundial” (9-5-2019, BBC news)
“China vs. Estados Unidos, la «mayor guerra comercial en la historia»: cómo nos puede afectar a todos” (6-7-2018, BBC News)
Con la promulgación de la ley Chips y ciencia, esta guerra ahora se librará en el campo de batalla de la tecnología, del mercado y del conocimiento simultáneamente, en el sector de las Tecnologías de información, transversal a todas las propuestas de bienes, servicios de la revolución 4.0.
Por si fuera poco, en el campo militar también se le tiene el ojo puesto al gigante asiático.
El reporte de Febrero del 2020, de la GAO, Oficina de Responsabilidad del Gobierno, (GAO por sus siglas en Inglés), perteneciente al Congreso de los EE.UU., Titulado “Desafíos que enfrenta el Departamento de Defensa en la Competencia Estratégica con China”, dice:
“Amenazas emergentes: Las agencias federales han identificado problemas emergentes de largo alcance que amenazan la seguridad nacional de los EE. UU. Estos incluyen cambios en los intereses políticos y militares de adversarios potenciales como China, así como desarrollos en tecnologías de armas o de doble uso.” (Febrero 2022, GAO)
Agrega
“China ha fortalecido enormemente sus capacidades militares en los últimos 20 años y su objetivo declarado es tener un ejército de «clase mundial» para fines de 2049, según el Departamento de Defensa. Hoy, China ha transformado lo que era un ejército obsoleto en uno que puede desafiar al ejército estadounidense en todo el espectro de capacidades convencionales y no convencionales” (íb.).
En Cibernética
“China utiliza sus capacidades cibernéticas como una herramienta para disuadir o degradar la capacidad de un adversario para realizar operaciones militares contra China y para respaldar la recopilación de inteligencia y filtrar (apuntar, copiar y transferir) información confidencial de la base industrial de defensa de EE. UU.” (íb.).
En el ámbito espacial
“China considera que la capacidad de usar sistemas basados en el espacio, y negarlos a los adversarios, es central para la guerra moderna. China está desarrollando capacidades para llevar a cabo ataques antisatélites a gran escala utilizando medios novedosos de guerra física, cibernética y electrónica.” (íb.).
En inteligencia artificial
“China considera que la inteligencia artificial (IA) es fundamental para el futuro de su poder militar e industrial y está siguiendo planes para ser el líder mundial en IA para 2030.” (íb.).
Operaciones marítimas y submarinas
“China tiene sólidas capacidades ofensivas y defensivas destinadas a obtener la superioridad marítima dentro de la primera cadena de islas, incluidos misiles balísticos capaces de apuntar a portaaviones a 1500 km de la costa de China. China también tiene la mayor capacidad naval y de construcción naval del mundo.” (íb.).
Anti-acceso/denegación de área
“China está ampliando su capacidad para contrarrestar la intervención de terceros (es decir, EE. UU.) durante una campaña en el teatro de operaciones a gran escala, como una contingencia en Taiwán. Esta capacidad anti-acceso/denegación de área incluye capacidades de ataque de precisión de largo alcance (misiles balísticos y de crucero) capaces de alcanzar los activos de proyección de energía y logística de EE. UU. en la región, incluido Guam, y sólidas defensas aéreas que alcanzan más de 550 km desde su costa.” (íb)
¿Qué pueden hacer los países de la región en un escenario como éste?
- Desarrollar sus capacidades endógenas que permitan la satisfacción de sus necesidades fundamentales internas.
- Integrarse con otros países de la región y potenciar el desarrollo endógeno intrarregional de AL&C, en los mismos términos, satisfacción de necesidades fundamentales internas, con integraciones complementarias.
- Invertir en Investigación, Desarrollo e Innovación y crear redes de colaboración intraregional, conjuntamente con nuestros socios estratégicos internacionales.
- Identificar el potencial en recursos naturales que tiene la región y desarrollarlo, en especial los que le permitirán integrarse, en condiciones de igualdad, en los encadenamientos productivos de estas industrias 4.0, de alto valor agregado, de capital intensivo, pero también de mano de obra intensiva y altamente cualificada.
- Crear clusterso conglomerados de industrias 4.0 con los países de la región de AL&C, para suplir la demanda intrarregional y exportar los excedentes.
¡En los CHIPS es la cosa!
*Alvin Lezama es Ingeniero instalador de Equipos PDH; Investigador; Docente; Universidad Central de Venezuela.
Fuente: Ultimas Noticias