La argumentación económica
Daris Javier Cuevas
En economía la argumentación es fundamental para defender cualquier planteamiento que validen las ideas y hechos que se deseen defender, ya que esto es el eje central de lo que se pretenda exponer. Se trata de que la construcción de las ideas a defender debe estar forradas de argumentaciones fuertes e irrefutables y con ello evitar que lo sostenido se pueda contrarrestar de manera fácil.
Con la argumentación económica lo que se procura es lograr la validez de lo que se plantea con razonamientos lógicos, capaz de convencer o persuadir a quienes se interesan por la problemática económica predominante. Pero se debe llamar la atención de que existe una diferencia marcada entre lo que son argumentaciones y lo que son opiniones, pues en el primer caso responde a razonamiento, en tanto, la segunda siempre son apreciaciones de orden personal que no descansa en un sustento razonable.
La argumentación económica ha de estar elaborada y sustentada en elementos revestidos de realidades investigadas y estudiadas que permitan arribar a conclusiones puntuales y concretas. Y ha de ser así por el hecho de que la argumentación económica como objetivo primordial procura convencer y trazar pautas que sirvan como referente para el debate e investigación económica.
Las herramientas matemática y estadística sirven como soporte de gran utilidad para tener una idea clara sobre el ciclo económico y que medidas adoptar, eso es muy cierto, pero jamás estas pueden ser utilizadas de manera abusiva en perjuicio de la argumentación de los fundamentos económicos ya que seria cerrar los espacios para la discrepancia. Aunque para los analistas económico e investigadores, los programas informáticos resultan esenciales en su trabajo, no menos cierto es que estos programas no logran arribar a conclusiones de carácter científicas ya que su rol es la cuantificación y proyecciones de datos, entonces, los argumentos concluyentes corresponden al economista y esa es su arma más poderosa para defender sus enfoques.
El presente siglo XXI, en sus primeros 22 años, ha mostrado ser muy cambiante en todos los aspectos, pero básicamente en lo referente a los problemas económicos como materia prima del debate económico. Y esta es una razón enérgica para que la mentalidad económica y, en consecuencia, las argumentaciones económicas sean actualizadas a la velocidad de un rayo de Luz ya que para que la influencia de la ciencia económica preserve la supremacía en la explicación de causas y efectos de los fenómenos económicos.