La masacre de las bananeras: el día en que E.U. asesinó a miles de inocentes colombianos

AGATON. Líderes de la huelga de los trabajadores en las plantaciones bananeras. De izquierda a derecha: Pedro M. del Río, Bernardino Guerrero, Raúl Eduardo Mahecha, Nicanor Serrano y Erasmo Coronell.
Cien años de soledad
En la novela más reconocida de Gabriel García Márquez, el Nobel detalla una versión ficticia de uno de los hechos que moldearon la historia de Colombia: una matanza de cientos de inocentes que marcó el inicio de «La Violencia»en esa nación.
Cuando dicha masacre fue llevada a cabo, el escritor sólo tenía un año de edad.
Sin embargo, cuando creció le fue imposible dejar de escuchar las historias de esos hechos que habían sucedido a sólo unos cuantos kilómetros de su ciudad natal.
Su contexto le permitió enterarse sobre los motivos del acontecimiento: se enteró de la presión de Estados Unidos sobre Colombia por una huelga de trabajadores, la represión del gobierno de su país y las bases que establecieron los disturbios de 1848 que destruyeron gran parte del centro de Bogotá.
¿El nombre del hecho que desató el caos?: La matanza de las bananeras.
United Fruit Company
También llamada «La masacre de las bananeras», se le nombró así por el sitio en que fue llevado el crimen contra la humanidad.
La United Fruit Company, establecida en 1899 por empresarios estadounidenses, había adquirido distintas plantaciones en Ciénaga, Colombia, para comerciar con las frutas y exportarlas a su país y a Europa.
Fue considerada una industria monopólica que explotaba a los trabajadores latinoamericanos, así que no tardó mucho en enfrentarse a distintas protestas hasta que en Diciembre de 1928, los empleados decidieron entrar en huelga demandando mejores condiciones de trabajo, sueldos dignos, una semana de trabajo de seis días y que no les volvieran a pagar con cupones para alimento.
Los dueños de la empresa se rehusaron y presionaron al gobierno de Colombia para detener el paro.
Al inicio Estados Unidos amenazó con enviar un grupo de marines para invadir el área, pero el presidente conservador Miguel Méndez les afirmó que él mismo se haría cargo de solucionar el problema.
La masacre
La preocupación principal de Estados Unidos no era que sus empleados entraran en un paro definitivo, sino que fueran parte de una revuelta comunista.
 Esas ideas surgieron después de que el gobierno colombiano se enterara de que algunos de los dirigentes socialistas estaban ayudando a los protestantes.
Asimismo, los telegramas que enviaba el consulado de Colombia al Secretario de Estado mostraban preocupación sobre las ideas revolucionarias del «proletariado en contra del Gobierno».
Así que después de que el presidente Méndez asegurara calmar las revueltas, decidió enviar un grupo militar a la zona.
El ejército cerró las calles y sólo ofreció cinco minutos para escapar.
No era tiempo suficiente para correr así que cada una de las personas que formaban parte de la protesta (incluyendo mujeres y niños), murieron.
 Nunca se ha confirmado la cantidad exacta.
El General Cortés Vargas aseguró haber matado a 47 personas. Algunos reportes del gobierno señalaban un máximo de ocho víctimas.
Sin embargo, los sobrevivientes reportaron el fallecimiento de más de 1000 personas. Un telegrama de la embajada de Bogotá en Estados Unidos reportó:
«Tengo el honor de reportar que el representante de Bogotá de la United Fruit Company me dijo ayer que el número de atacantes asesinados por la milicia colombiana excedió los mil».
La violencia
Aunque la masacre fue en 1928, 20 años antes de que comenzara «La Violencia» –la guerra civil entre el partido conservador y el liberal de Colombia–, el hecho ha sido considerado uno de los detonantes que la desataron de forma indirecta. Estados Unidos no estaba satisfecho con las medidas tomadas por el presidente Méndez y redujo el apoyo hacia su gobierno.
 La masacre fue señalada por Jorge Eliécer Gaitán, el líder del partido liberal, durante su campaña para la presidencia.
Su régimen fue marcado por distintos enfrentamientos entre extremistas tanto de izquierda como derecha y, su asesinato durante su segunda campaña para llegar al poder ejecutivo, derivó en el desarrollo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y «La Violencia» y el «Bogotazo», desatando un enfrentamiento constante que apenas llegó a su fin hace un par de años.
García Márquez usó esa masacre en «Cien años de soledad» para señalar su importancia dentro del contexto colombiano.
La masacre de las bananeras no sólo acabó con la vida de las 2 mil personas que protestaban, sus consecuencias se extienden hasta nuestros días y más de 200 mil personas han muerto por el gobierno inestable.
Este hecho marcó el inicio de una era violenta de la cual aún falta mucho para recuperarse.
Referencias
«America’s Other War: Terrorizing Colombia» de Stokes, Doug (2005)
IPS News
ICDC
History Channel

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