La revolución de la educación superior en la era de la IA
Por Renato R. González Disla
No cabe duda de que la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) ha irrumpido en el panorama educativo superior como una fuerza transformadora transversal sin precedentes, representada por los productos como ChatGPT, Gemini, DeepSeek, entre otros.
Su capacidad para crear contenidos, generar conocimientos, textos e imágenes, está redefiniendo la forma en que se enseña, se aprende y se evalúa en las academias.
La integración de herramientas de IAG en el aula, la investigación y la solución de problemas académicos ya no es una opción, sino una necesidad ineludible que requiere de una transformación radical y que plantea interrogantes cruciales del proceso enseñanza-aprendizaje para los estudiantes, educadores y gestores.
¿Cuál será el nuevo currículo?
La IAG nos obliga a repensar el currículo educativo de todas las carreras. Los futuros profesionales, necesitarán dominar competencias como el procesamiento del lenguaje natural (NLP), la colaboración humano-IA, la ética en la IA y, fundamentalmente, el pensamiento crítico para discernir y refinar la información de su disciplina particular generada por estas herramientas.
En este nuevo escenario, “Prompt Engineering”, que es el arte de diseñar instrucciones precisas y optimizadas para interactuar con la IAG, emerge como una disciplina fundamental para obtener resultados confiables y contextualizados. Los estudiantes deben desarrollar una comprensión básica de cómo funcionan los modelos de lenguaje (LLM), aprender a diseñar “prompts” efectivos para su disciplina, evaluar críticamente la información para impulsar su creatividad e innovación, potenciando la educación STEM (Science, Technology, Engineering, and Mathematics).
¿Cuál será la nueva didáctica?
La didáctica tradicional basada en la transmisión de información está evolucionando hacia un modelo más interactivo y dinámico, donde la IAG permite la creación de materiales educativos personalizados. Los educadores usarán la IA para crear materiales a medida y promover la resolución de problemas. Los estudiantes, mediante “Prompt Engineering”, generarán razonamientos con la IA, los compararán con fuentes fiables y desarrollarán pensamiento crítico al identificar errores.
En la educación STEM, la IA crea perfiles y personaliza el aprendizaje al analizar el rendimiento, ofreciendo apoyo específico y optimizando la eficiencia y eficacia del proceso educativo, lo que facilita a los docentes enfocar su atención donde más se necesita.
¿Cuál es el nuevo rol del profesor? El rol del profesor experimenta una metamorfosis significativa. De ser el principal transmisor de información, el educador se convierte en un facilitador del aprendizaje activo, un guía que fomenta el pensamiento crítico y la creatividad.
Un concepto emergente en este contexto es la Ley de Reducción Exponencial del Esfuerzo, que destaca cómo la IAG acelera la producción de contenidos sin necesidad de largos procesos de búsqueda bibliográfica por Google y síntesis de información.
La IAG puede reducir el tiempo dedicado a la enseñanza tradicional significativamente, permitiendo a los educadores dedicar más tiempo a la planificación, a la tutoría individualizada y a los encuentros cara a cara. Paradójicamente, es la vuelta a la “Academia Griega”.
¿Como evaluamos en la Era de la IA? La IAG ha puesto en crisis los métodos clásicos de evaluación decretando la “muerte del examen tradicional”, impulsando evaluaciones centradas en competencias, pensamiento crítico, análisis y creatividad.
Algunas de las estrategias innovadoras incluyen: a) evaluación basada en comparar respuestas generadas por IA versus los estudiantes para diagnosticar la capacidad de análisis y la evaluación del razonamiento en la solución de problemas; b) aplicar ingeniería inversa de IA para evaluar la habilidad de los estudiantes para diseñar “prompts” precisos y útiles que generan contenidos evaluativos; c) defensas en tiempo real de aplicaciones STEM y evaluaciones adaptativas donde pueden recibir tareas individualizadas que se ajusten a su nivel, con preguntas que los desafíen, proporcionando a los docentes datos más precisos sobre su rendimiento.
El imperativo ético
El uso de IAG en la educación plantea desafíos éticos importantes desde los sesgos algorítmicos hasta la privacidad de los datos. Los estudiantes y docentes deben aprender a manejar estas herramientas de manera responsable para mitigar algunos de estos problemas al diseñar “prompts” que promuevan el uso ético de la IA.
Ante el riesgo de plagio las instituciones están adoptando herramientas avanzadas de detección de contenido generado por IAG, como Turnitin y GPTZero, para garantizar la autenticidad de los trabajos académicos.
Hacia una nueva academia
La IAG está transformando la educación superior, abriendo un abanico de oportunidades para enriquecer la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de educadores y estudiantes para interactuar de manera efectiva y responsable con estas tecnologías.
La inversión en formación, el fomento de una cultura de innovación y la comprensión profunda de las implicaciones éticas en la academia serán pilares fundamentales para construir un futuro educativo en que la IA sea una aliada poderosa en la formación de profesionales competentes para esta nueva era digital disruptiva.