Las reformas necesarias poniendo a prueba la conciencia ciudadana.
Pedro René Almonte M.
Si a hablar de reformas vamos, en la República Dominicana es probable que haya que reformarlo casi todo, porque en nuestro país por muchos años las cosas funcionan medianamente (las que funcionan). En nuestro país hay una ley para casi todo, pero casi nada se cumple como debería, y los dominicanos se quejan un dia y el otro también. “El que paga la música escoge la canción”,menos en RD cuando se trata de pagar impuestos y tener una retribución que nos haga sentir conforme con lo que nos sacan de los bolsillos.
En tal sentido, aquí hay reformas pendientes que no han podido llevarse a cabo por falta de voluntad política en algunos casos, y por otra parte para no afectar a sectores privilegiados. Reforma fiscal, reforma constitucional,reforma es el nombre pero apellidos tiene como doce. Si el Presidente Luis Abinader está decidido a dejar un legado para ser recordado por generaciones, las reformas pendientes pueden ser la materia prima que se utilice para dejarle al país una impronta histórica.
Por lo tanto, si las reformas a llevarse a cabo en este cuatrienio son para mejor la calidad de vida de los dominicanos, el gobierno merece el respaldo de la población. La queja de quienes pagan a los músicos es que nunca escogen la canción. La clase media dominicana, a quienes yo llamo “la cenicienta” ve como sus impuestos se van en subsidiar a los pobres y eximir a los ricos. Pienso que los que pagamos siempre , estaríamos en la disposición de sacrificarnos por el país sin quejas y sin un ápice de duda , siempre y cuando en esta ocasión la carga la llevemos todos sobre nuestros hombros , pero todos.
De modo que , no creo que una reforma y en este caso la fiscal , sea para bajar impuestos , más bien pienso que será un instrumento para balancear el desequilibrio entre los gastos y los ingresos del Estado . La clase media trabajadora que ha decidido generar riqueza a espaldas del gobierno, ve con recelo que se le “regale tanto a los pobres”, que se le quite proporcionalmente muy poco a los ricos y también lo que cuesta mantener a nuestros políticos, y como estos gastan el dinero que les llega de manos de los impuestos que pagamos todos, y muy especialmente esa clase media que cada vez le importa menos lo que ocurre con la política (los datos históricos de la abstención electoral hablan solos).
“Las promesas que hicieron ayer los políticos son los impuestos de hoy”. William Mackenzie, abogado y político estadounidense.