Los papeles del Pentágono confirman los peores temores: soldados de élite de países de la OTAN operan ya en Ucrania
Juan Antonio Sanz
Los llamados ‘papeles del Pentágono‘ podrían cambiar el rumbo del conflicto de Ucrania si se verificara por otras vías, más allá de la documentación desvelada, que varios países de la OTAN tienen ya tropas de élite sobre el terreno ayudando al Ejército ucraniano. La confrontación directa de los aliados occidentales con Rusia en Ucrania sería ya solo cuestión de tiempo.
Las filtraciones, aparecidas en medios de comunicación y redes sociales, revelan información secreta elaborada entre febrero y marzo, con documentos reales y textos modificados. El Departamento de Defensa de Estados Unidos, en cuyo seno se originó la filtración, cree que la fuga de inteligencia es auténtica y el Departamento de Justicia ya está buscando culpables.
Las fuerzas especiales a las que se refiere el documento podrían estar participando en los preparativos de la esperada contraofensiva ucraniana de primavera,que tendría como objetivo recuperar los territorios ocupados por Rusia en el este y sur de Ucrania tras la invasión iniciada el 24 de febrero de 2022, y que posteriormente fueron anexionados a la Federación Rusa.
Aunque los combates son muy intensos en la zona del Donbás, en el este, especialmente en la región de Donetsk, los rusos no descartan que esa contraofensiva se dirija contra las regiones de Zaporiyia y Jersón, en el sur, para volver a dejar aislada a la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
Uno de los papeles filtrados indica que Ucrania tenía planes de atacar con drones bases y estacionamientos militares dentro del propio territorio ruso, es decir, lejos de la frontera con Ucrania, como la región de Rostov. La reciente decisión rusa de doblar el número de sistemas de misiles para la defensa antiaérea en las zonas aledañas a la frontera con Ucrania podría respaldar la autenticidad de estos documentos ahora desvelados.
La implicación de Occidente va más allá de las armas
Las filtraciones del Pentágono, como ya se llama a este vertido de información clasificada, dejan en el aire algunas preguntas. ¿Cuál es el alcance de la implicación occidental y el protagonismo de EEUU en la guerra? ¿Es Washington quien dicta las estrategias bélicas por encima de Kiev? Y otra cuestión, ¿por qué Washington está espiando a todo el mundo, incluidos sus propios aliados?
Uno de los documentos apunta a que el propio Volodímir Zelenski fue espiado, lo que dice poco de la confianza de la Casa Blanca en el presidente ucraniano. Zelenski debería recordar lo ocurrido en otros países donde Washington apoyó política y militarmente a los regímenes locales y acabó abandonándolos a su suerte. Desde Vietnam a Afganistán hay muchos ejemplos en la historia reciente.
Son, sobre todo, tropas de élite británicas
La BBC empezó a difundir esa filtración de que tropas de países de la OTAN, sobre todo británicas, estarían ya en Ucrania cumpliendo misiones especiales. «Esto confirma lo que ha sido sujeto de especulaciones durante cerca de un año», señala el cable: la presencia de fuerzas occidentales en Ucrania, peleando, con labores de mando o recabando inteligencia.
Según el documento, fechado el 23 de marzo, Reino Unido sería el país con más soldados de élite en Ucrania
Según el documento, fechado el 23 de marzo, Reino Unido sería el país con más soldados de élite en Ucrania, medio centenar de efectivos; seguido de Letonia, con 17; Francia, otros 15; Estados Unidos, con 14, y Holanda, con un militar sobre el terreno. En un ambiguo mensaje difundido por Twitter, el Ministerio de Defensa británico señaló que esta noticia tenía «un nivel de inexactitud muy grave», a la vez que recomendaba «cautela» a los lectores para no tomar al pie de la letra «acusaciones» que «tienen el potencial de extender la desinformación».
Es de suponer que, casi un mes después y en medio de los rumores sobre la contraofensiva ucraniana, ese número de efectivos sea ya, efectivamente, inexacto y pueda haberse incrementado sustancialmente.
En una visita a España, el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov, también negó este miércoles la presencia de la OTAN en su país. Pero las dudas persisten, porque los propios Estados Unidos afirman que los documentos son auténticos. Y hay un matiz. No es la OTAN la que operaría en Ucrania, sino militares de países pertenecientes a la Alianza.
No se especifica la misión de este contingente ni lo que estarían haciendo, pero sería la primera confirmación de que Occidente está participando con hombres en la guerra y la enésima vez que cruza líneas rojas en este conflicto, tras el envío de tanques pesados, aviones, misiles, sistemas antiaéreos y miles de millones de euros en municiones procedentes de toda Europa, EEUU e incluso Corea del Sur.
No se trata de mercenarios ni de voluntarios que están defendiendo en Ucrania la democracia y soberanía. Son, según la filtración, miembros de las fuerzas armadas de los países citados enviados por sus gobiernos para combatir o dirigir operaciones militares en Ucrania.
Moscú ya lo había dicho: hay tropas occidentales en Ucrania
El Kremlin ha sido siempre muy contundente al respecto. Lleva meses acusando a la OTAN, a EEUU y a los países de la Unión Europea de intentar destruir a Rusia con esta guerra (desatada por Moscú) y con las sanciones derivadas de la invasión. Ahora, tras conocerse esta posibilidad que apunta a la presencia de militares de la OTAN y EEUU en Ucrania, el Kremlin se jacta de haber avisado hace tiempo de que eso ya estaba ocurriendo y lo sabía.
Las respuestas rusas a las sucesivas escaladas de tensión ocasionadas por el incremento del nivel de la ayuda occidental a Ucrania han sido de momento más dialécticas que de otro tipo, aunque la confirmación del despliegue de fuerzas de países de la OTAN sin duda podría tener otro tipo de atención.
La participación de comandos occidentales serviría de pretexto para que Rusia emplee armas no convencionales
La participación de comandos occidentales en la guerra para realizar operaciones especiales o participar en la vanguardia de una eventual contraofensiva ucraniana, abre el abanico de pretextos para que Rusia emplee armas no convencionales en el conflicto si se viera abocada a una derrota.
En marzo, Moscú anunció que desplegaría armas nucleares tácticas en la aliada Bielorrusia. La importancia de esta noticia no recae solo en el despliegue de este armamento junto a las fronteras de la OTAN, pues Estados Unidos dispone de muchas decenas de estas bombas por todo el territorio europeo.
Lo que estaba diciendo entre líneas el Kremlin es que las armas nucleares tácticas podrían ser empleadas en el caso de que se torcieran mucho las cosas y que Bielorrusia es intocable ante un eventual intento occidental de derribar al dictatorial presidente de este país, Alexander Lukashenko, principal aliado de Moscú entre los países ex soviéticos.
Las filtraciones ya están afectando a la guerra
La filtración de los documentos del Pentágono, que empezaron a hacerse públicos de forma masiva en la última semana, ha sido considerada por la Administración estadounidense como una brecha «muy grave» que pone en juego la seguridad nacional de EEUU, como indicó el lunes el portavoz del Departamento de Defensa, Chris Meagher, quien además reconoció que se trataba de información «clasificada y sensible».
Y lo que parece evidente es que las filtraciones ya tienen sus efectos en la guerra. Aunque el Gobierno de Kiev las ha calificado como una añagaza de los servicios de inteligencia rusos, el ejército ucraniano está reforzando algunas de las debilidades evidenciadas por las revelaciones.
Los documentos han evidenciado carencias muy importantes
Una de las cuestiones más importantes que han puesto sobre la mesa los papeles del Pentágono es su evaluación de la contraofensiva ucraniana en ciernes. Los documentos han evidenciado carencias muy importantes, por ejemplo, en los depósitos de munición del Ejército ucraniano, que podrían dejar de proveer misiles a mediados de mayo a los sistemas S-300 y otras baterías que garantizan el 80 por ciento de la defensa antiaérea ucraniana.
Por eso, Rusia ha calificado como «muy interesantes» algunas de las filtraciones y, aunque, en los papeles, la inteligencia rusa aparece muy infiltrada por la estadounidense, a nivel táctico la información bélica desvelada podría favorecer al ejército invasor.
Las filtraciones auguran problemas para la contraofensiva
Uno de los papeles más destacados, clasificado como Top Secret, indica que Ucrania podría quedarse corta a la hora de reunir suficientes tropas y armamento para la contraofensiva de primavera, de forma que no se conseguiría el objetivo de recuperar buena parte de los territorios ocupados por Rusia. La contraofensiva, sin el suficiente ímpetu, solo lograría así asegurar «modestas ganancias de territorio», según el documento.
En un documento fechado el 23 de febrero y al que pudo acceder el diario británico The Guardian, se indica que se están formando doce nuevas brigadas con 253 tanques y otros 1.500 vehículosblindados. De esas doce brigadas, tres correrían a cargo de Ucrania y las otras nueve se formarían con apoyo de EEUU y sus aliados. Según el informe, cinco de las brigadas no habían comenzado en esa fecha el entrenamiento indispensable y seis no tenían ni la mitad del equipamiento necesario para participar en una ofensiva a gran escala.
En tales circunstancias, es comprensible la desconfianza en EEUU sobre el éxito de la eventual contraofensiva. Incluso parecería lógico que algunos países hayan optado por enviar a sus ‘especialistas’ militares a la zona de combate para garantizar que toda la inversión que ha hecho Occidente en armas y preparación de tropas no quede reducida a un amasijo de hierro y muertos.
Todas estas informaciones apuntan en una sola dirección. Ucrania no tendrá muchas más oportunidades más allá de la citada contraofensiva. Se lo juega todo a un disparo. Y con los ucranianos, los países occidentales que han apoyado a Zelenski desde el principio del conflicto.