Los partidos nacen, se multiplican y desaparecen: Balaguer entre Nixon, Crimmins y Crowley
Por Joaquín Alberto Ramírez
Una vez más el presidente Joaquín Balaguer fue expuesto a un «atentado». Este ocurrió a mediados de febrero de 1968 en las inmediaciones del Cine Olimpia en Santo Domingo en el cual al jefe de Estado no le ocurrió nada, pero hubo cinco niños heridos y tres jovencitas con quemaduras en sus piernas, y el móvil fue el mismo: la Central de Inteligencia de Estados Unidos provocaba el incidente para que inmediatamente hubiese una acusación contra los «comunistas».
Contra el comunismo hubo varias confabulaciones. Una de ellas se extralimitó porque se trataba de un «atentado» al embajador de Estados Unidos en República Dominicana, John Hugh Crimmins, con el consentimiento del mismo funcionario, y esto llegó en la primera semana de octubre a oídos del presidente Balaguer.
Balaguer le da un boche a Crimmins
Balaguer citó al embajador Crimmins al Palacio Nacional. Le dijo: «¿Cómo explican ustedes que un agente dominicano de la CIA se haya infiltrado en el ejército dominicano? ¿Es eso un trabajo de aliados sinceros?»
Crimmins reconoció la falla. Cuando quiso argumentar las razones Balaguer lo interrumpió diciéndole: «Tenga la bondad de retirarse. Ahora el asunto concierne a los dominicanos. Espero de usted, para mañana, de una nota oficial a mi gobierno por conducto de Relaciones Exteriores».
El gobierno de Balaguer quiso dar una señal de apertura. Un mes más tarde quitó el impedimento de entrada tanto del expresidente Francisco Alberto Caamaño como del general Elías Wessin Wessin, pero solo este último atendió a la gracia, y retornó el 12 de enero de 1969 constituyendo el Partido Quisqueyano Demócrata, que estableció una alianza con el Movimiento Popular Dominicano, y dirigentes de ambas organizaciones secuestraron un año y dos meses más tarde al agregado militar de la embajada de Estados Unidos en República Dominicana, el teniente coronel Joseph Crowley.
Nixon presionó a Balaguer
La hazaña fue atribuida al Comando Unificado Antirreeleccionista de Civiles y Militares. Esta organización solicitó la excarcelación de 22 dirigentes revolucionarios, pero el gobierno reaccionó enviando la policía a la finca de Engombe, en la que fueron apresados Hatuey Decamps, Miguel Cocco, Carlos Federico Lalane, Antonio Camilo, Frank Guerrero y Julio César Martínez.
Para liberar a los apresados y al teniente coronel Crowley, Balaguer negoció con una comisión integrada por la rectoría de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, el Arzobispado de Santo Domingo y la Asociación Dominicana de Abogados. El presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, le comunicó a su par dominicano que ««Le urjo, a pesar de los enormes problemas que le crearía y para salvar esa vida, que acepte sus condiciones».
Las condiciones fueron aceptadas. Crowley fue liberado en el patio del Seminario Santo Tomás de Aquino; los apresados salieron hacia México gracias a la intermediación de su embajada en República Dominicana, pero la agitación política se mantuvo con movilizaciones estudiantiles que obligaron a Balaguer a suspender el 4 de abril de 1970 la docencia mediante el decreto 4876 durante un mes y tres semanas.