Los Profesores Jubilados de la UASD Excluidos injustamente del Claustro Mayor

Si los profesores jubilados votaran en el Claustro Mayor Electoral del próximo año 2022, me lanzara al ruedo electoral Universitario y llamara a votar por el Profesor Editrudis Beltrán, el mejor candidato a la rectoría de la UASD para el periodo 2022-2026. Pero el Estatuto Orgánico me lo impide porque los jubilados no votan en el Claustro Mayor Electoral de la más vieja universidad del continente americano. ¡Vaya democracia que nos damos en la UASD.

Soy profesor Jubilado de manera oficial de la más vieja Universidad del continente americano desde hace unos cuatro años. Empecé bastante joven mi carrera académica en la Universidad del Estado como Profesor Ayudante en la actual Escuela de Filosofía, Facultad de Humanidades. Luego de más de 37 años como docente, fui jubilado automáticamente al cumplir mis sesenta años. De manera que quedé fuera del oficio de educar en la aulas. Al final terminé como Profesor Adjunto de Fotografía y técnicas audiovisuales en la Escuela de Cine, Televisión y Fotografía de la Facultad de Artes.

Mi condición de jubilado

Muchas informaciones me faltaban a acerca de mi nueva condición de profesor Jubilado. Una de ellas era que el maestro, en su condición de jubilado, es excluido de las decisiones que se toman en el Claustro Mayor de la Universidad. ¿Es justo eso?

Un poco de historia de la UASD y su Estatuto Orgánico.

Este 16 de septiembre se cumplieron 56 años cuándo se acordó deponer las viejas autoridades universitarias del viejo régimen trujillista para dar inicio al Movimiento Renovador, designándose un Consejo Universitario Provisional.

Esas transformaciones de la universidad fueron el resultado de los acuerdos con el Gobierno Constitucionalista y la Comisión de la OEA, tras la Revolución de Abril y firmado el 3 de septiembre de 1965. El marco filosófico que siguió ese proceso de transformación universitaria lo constituyó el Manifiesto de Córdoba, Argentina, de 1918, sintetizado en la frase: «Buscar la verdad, proyectar el porvenir de la sociedad y afianzar los valores del hombre.»

Ese Consejo Universitario Provisional fue aprobado por distintas asambleas de las diferentes facultades que para entonces conformaban la estructura orgánica de la Universidad. El máximo organismo de dirección de la Universidad estuvo integrado por Andrés Aybar Nicolás, como Rector; Rubén Suro y Fernando Morgán Laude, ambos como vicerrectores; Hugo Tolentino Dipp y Antonio Ballester como miembros y Tirso Mejía Ricart, como Secretario General.

Por la parte estudiantil pertenecían Amin Abel Hasbún por la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), dirigida por el grupo Fragua y Virgilio Bello Rosa; también Franklin Almeyda, por el Frente Universitario Revolucionario Radical (FURR) y Teobaldo Rodríguez por los Empleados.

O sea que, la conformación de la Universidad Autónoma se Santo Domingo ha sido resultado de una larga y profunda lucha ideológica y humanista en contra de la discriminación de todo tipo, tal como está establecido en la Constitución de la República Dominicana.

Desde el principio el Estatuto Orgánico de la UASD ha sido un reflejo de la filosofía de ese Movimiento Renovador Universitario. Por primera vez fueron discutidos democráticamente la filosofía y los derechos ciudadanos de poder acceder a la enseñanza universitaria. La Universidad dejó de ser un aparato ideológico del Estado y pasaba a ser dirigida con una nueva filosofía humanista y popular. Todo como resultado de la Revolución de Abril de 1965, que postuló como principio la vuelta a la Constitución de abril de 1963, que dirigió el presidente Juan Bosch.

El primer Estatuto Orgánico de la UASD fue resultado de 17 discusiones públicas en la que participaron numerosos interesados. Su aprobación final fue aprobada en el Claustro Universitario efectuado el 28 de mayo de 1966. Por primera vez se vinculaba a la Universidad al desarrollo económico y social de la República Dominicana. Igualmente, se diseñaron nuevas facultades, escuelas y departamentos. Se establecieron las distintas reglas del funcionamiento institucional, tanto para el personal docente, como para el administrativo y el estudiantil.

Expresa el primer Estatuto Orgánico de la UASD: «La Universidad es fundamentalmente una comunidad que une a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad, proyectar el porvenir y afianzar los valores del hombre…» Luego concluye: «…la vida universitaria se desenvolverá conforme a un espíritu de democracia, justicia y solidaridad humana. Estará abierta a todas las corrientes del pensamiento, las cuales serán expuestas y analizadas de manera rigurosamente científica.» (Ver el texto: «Historia de la UASD y de los Estudios Superiores, Franklin Franco, Editora Universitaria UASD, Santo Domingo, República Dominicana, 2007. pp. 313-14).

¿Qué ha sucedido en la Universidad Autónoma de hoy?

Evidentemente, el Movimiento Renovador estaba siendo impulsado por la esa generación de jóvenes revolucionarios que venían luchando en contra de las injusticias de la dictadura trujillista y sus reductos, que no pudieron ser sacados inmediatamente tras la muerte del tirano ni antes de la Guerra Patria de Abril de 1965. Hubo de producirse una Revolución como la que se escenificó en suelo dominicano para que aquella Universidad oligárquica fuera transformada.

Pero muchos dirigentes universitarios no han llegado a entender todavía que envejecer es una dictadura biológica. Y de un momento a otro, y ante las crisis cíclicas de la UASD, no saben qué hacer con el personal docente que envejece. Entonces, los desechan y les eliminan como parte del Claustro Mayor. Al perder sus derechos electorales, pierden fuerza para incidir en las decisiones fundamentales de la Universidad. Y eso es injusto e inconstitucional, por lo que urge la inclusión del personal docente jubilados ser incluido en las decisiones del Claustro Mayor. Ya un grupo significativo de profesores, conformado por activos y jubilados, ha tomado la decisión de llevar el caso al Tribunal Constitucional de la República.

Esa errónea visión de considerar desechos académicos a ese personal académico, que sirvió a la institución por muchos años, pertenece a un pensamiento no democrático, excluyente y oligárquico. La mayoría de los maestros jubilados tienen sus mentes lúcidas para seguir aportando a la institución.. Eso es un contrasentido en una sociedad definida constitucionalmente cómo democrática. Los viejos no sirven. Pero hay jubilados que votan. ¿Y?

Ese adefesio hay que eliminarlo del Estatuto Orgánico de la más vieja Universidad del continente americano. Urge un Claustro Mayor de Reforma para corregir esa injusticia en contra del personal jubilado y de la Constitución de la República Dominicana. De todas maneras, el caso estará muy pronto en la agenda del Tribunal Constitucional. Estoy seguro que los jueces comprenderán la magnitud de este abuso histórico en contra de lis jubilados de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Tony Gutiérrez
30/01/2022
Juan Dolio, San Pedro de Macorís
República Dominicana

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