Medio Ambiente dominicano amerita compromiso real

Carlos Checo Estrella

Al tomar posesión de sus cargos, los gobernantes juran respetar y hacer que se guarden la Constitución y las leyes del país, incluyendo las que cuidan del medio ambiente.

Llama la atención que, tras tres años en funciones, periodo en el que se ha experimentado un grave aceleramiento de la degradación ambiental, se presenta un acuerdo, en el que el presidente de la República se compromete a cumplir lo que prometió el 16 de agosto del 2020 al asumir su cargo.

Con apariencia puramente propagandística con fines electorales el encuentro que se realizara en el Palacio Nacional en presencia de organizaciones ambientalistas para firmar un pacto. Sin temor a equívoco, ese acto no pasará de ser un brindis al sol, ya que lo único que persiguen los convocantes es crear falsas expectativas y simular lo que no es.

Independientemente de lo firmado, no podrá ser realizado en 2024, ya que lo que se tiene propuesto realizarse está consignado en la Ley de Presupuesto y Gasto Público.

Pudiera inspirar confianza en ese compromiso que expresa el gobierno, es la firma de una adenda al Presupuesto Nacional para destinar los fondos suficientes que permitan desarrollar un amplio programa de saneamiento de cuencas hidrológicas, restauración forestal, rehabilitación de fuentes hídricos, ordenamiento territorial, mejoramiento de suelos, saneamiento, agua potable, prevención de riesgos. Así como la emisión de un decreto que restituya el Parque Nacional Manuel Aurelio Tavárez Justo, junto al envío inmediato de un proyecto de Ley con igual fin.

Necesitamos sin demora un plan de construcción de acueductos rurales y sistemas de tratamiento de aguas negras, regeneración forestal, saneamiento de cuencas, rehabilitación y protección de ríos, lagos, arroyos, cañadas.
Las organizaciones ambientales, llevadas por su alta preocupación por la gravedad de la crisis ambiental de República Dominicana acuden al encuentro, esperanzados en que la sociedad y sus organizaciones gremiales, vecinales, las universidades, colegios profesionales y los partidos políticos ejerzan la soberanía democrática y obliguen al gobierno a cumplir sus obligaciones constitucionales y se detenga de una vez por toda la impune degradación del patrimonio ambiental de República Dominicana y se inicia la restauración integral de nuestros ecosistemas.

¿Si los pactos anteriores con otros sectores no han servido para nada, quien pensará que éste firmado en la postrimería de su gestión será útil?

Una de las víctimas fatales de nuestra débil institucionalidad nuestro medio ambiente. Ríos, montañas áreas protegidas, ciudades en constante degradación.

La regeneración. Democrática es urgente para salvar a RD.

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