NO MAS MENTIRAS SEŃOR PRESIDENTE

Por Juan Carlos Rodríguez. Como ya nos tiene acostumbrados desde que asumió la presidencia de la república en agosto 2020, el presidente Luis Abinader, una vez más miente descaradamente a la nación, esta vez respecto al tema de la constitución y su intentona de violentarla para hacerse un traje a la medida, escudado en la supuesta búsqueda de un ministerio publico independiente.

El presidente Abinader miente y manipula los hechos cuando habla en los mismos términos de las modificaciones constitucionales realizadas por Danilo Medina y Hipólito Mejía y la obra realizada por el doctor Leonel Fernández en la constitución del 2010, proceso de reforma concebido bajo la más amplia consulta nacional, donde se incluyeron todos los sectores y las fuerzas vivas de la nación y un amplio y exhaustivo acompañamiento del más selecto y experimentado equipo de juristas nacionales, para darnos una constitución inclusiva que fortaleció la institucionalidad y modernizo el estado y cuyo texto vigente, como mismo cítara el Dr. Fernández, recoge el sentir de la población en relación con las principales aspiraciones nacionales.

Si bien es ciertos que las modificaciones constitucionales realizadas por Danilo Medina y Hipólito Mejía, se hicieron con el fin principal de cambiar las reglas del juego y beneficiar su continuidad en el estado; es también cierto que la constitución creada por Leonel Fernández, no se concibió jamás con los mismos fines, pues esta, más que una reforma a la carta magna fue concebida para dotar a la nación de la más nueva, inclusiva e institucional constitución que se tuviera desde la fundación de nuestra república en 1844.

El presidente Abinader manipula los hechos cuando afirma que el Dr. Leonel Fernández modifico la constitución por intereses políticos personales, puesto que dichos cambios realizados en su gestión a la carta magna se hicieron en el 2010, dos años antes del certamen electoral del 2012, contienda electoral en la que el presidente Fernández no participaría, porque por la misma constitución estaba impedido y como siempre, el respeto del Dr. Leonel Fernández por la carta sustantiva está, ha estado y estará siempre por encima de todas las cosas.

El presidente Abinader miente al pueblo descaradamente, cuando dice que pretende modificar la carta magna buscando la elección de un ministerio público independiente, cuando para todos es sabido que la constitución vigente consigna la independencia plena del Ministerio Público y el Poder Judicial, logros establecidos en la magistral constitución del 2010. Pero también miente el presidente y como se ha hecho costumbre en el diario vivir desde que asumiera su mandato, se contradice a sí mismo, cuando nos dice que aspira a modificar la constitución en busca de un ministerio publico independiente, mientras tiene ya dos años jactándose de que ya tenemos esa independencia del ministerio público, independencia que exhibe como un logro personal y el principal de su gobierno.

Pero como si no fuera suficiente, el presidente miente y manipula de nuevo cuando hace alarde de que el fin principal de sus aspiraciones a una modificación constitucional es la búsqueda de un ministerio publico independiente, mientras nos distrae con su discurso politiquero de los verdaderos planes que todos conocemos.

El primero, alterar las reglas del juego del certamen electoral venidero, eliminando el cincuenta más uno, por el miedo surgido tras la abismal e inevitable caída de su popularidad, fruto del mal manejo de su incompetencia y los desaciertos de su gobierno, el segundo, imponernos en una modificación constitucional una ley de fidecomisos hecha a la medida, para continuar regalando los bienes del estado a sus socios oligarcas con quienes asumió oscuros compromisos en campaña.

Pero aun sabiendo que los números no le dan para atestar su intentona a la carta magna, sigue insistiendo en el tema para distraer a la opinión pública, la clase política y el pueblo en general, de la inmensidad de la crisis y la problemática nacional; problemas que en estos 18 meses de su mandato se han radicalizado producto de su incapacidad para gobernar y la falta de dirección en su administración, la que luce como barco a la deriva, el cual navega hacia un rumbo siniestro, peligroso y desconocido.

En conclusión parecería que el actual presidente, que suponemos no es muy afín a la lectura, no se ha sentado nunca a leer las páginas de nuestra constitución dominicana del 2010, para cuya composición se tomaron como referente las constituciones de Francia, Italia y Estados Unidos de América y sobre todo parecería que el presidente ignora que esta constitución que el hoy critica, ha sido una pieza citada, alabada y admirada por juristas internacionales de larga data y lideres, presidentes y expresidentes de otras naciones.

Le exhortamos al presidente que se tome un tiempo, se siente y lea la constitución vigente y sobre todo que, por favor no más mentiras presidente.

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