Nueva época: hegemonismo plutocrático vs estado nación soberano
Orlando Castillo.
En la pasada Cumbre de la OTAN en España el vocero imperial de la organización militar atlántica fue lapidario en su declaración final ante la mediática internacional: “la OTAN considera a Rusia como la gran amenaza”, tilda a China como “creciente desafío” y confrontará a la “alianza estratégica sino-rusa”. Es decir, las cartas están echadas. Precisamente, tan convulsa y nueva realidad geopolítica-militar marca de manera contundente la tercera década del Siglo XXI. Es el capitalismo hegemónico estadounidense y europeo que a pesar de su crisis sistémica se planta con desafiante fanfarronería al bloque de potencias emergentes que pugnan por un mundo multipolar. Se tambalea el mundo unipolar y surge el mundo pluripolar y multicéntrico. Tenemos así una de las características fundamentales de la nueva época que atraviesa la Humanidad.
Esta confrontación no es solamente política y económica sino también militar, siendo su más clara expresión la guerra de Ucrania en el este Europeo. Si a lo anterior le añadimos la inédita situación que creó la pandemia del COVID-19 a nivel planetario y la influencia que tuvo la misma en las nuevas condiciones del trabajo productivo a nivel mundial, nos encontramos con una novedosa realidad no vivida por la especie humana hasta llegado el presente momento. Se trata de una época histórica altamente compleja, que trae aparejados significativos cambios en la economía, en la geopolítica y en la correlación de fuerzas a nivel mundial; como si fuera poco, enmarcada en una profunda crisis ambiental, ecológica, producto de un trastornador cambio climático que afecta de manera integral a todos los seres vivientes del planeta Tierra.
Así tenemos que tal movimiento tectónico a lo interno del capitalismo globalista es la manifestación de una profunda y agudizada contradicción entre el capital, cada día más especulador y expoliador, y el trabajo productivo, cada día más escaso, menos productivo y peor pagado. Se trata, ni más ni menos, que del abandono del trabajo productivo por el capitalismo y que constituye un elemento esencial en la creciente crisis del mismo en el Siglo XXI pero que viene arrastrando desde el siglo pasado. Esta contradicción vital capital-trabajo a lo largo del desarrollo humano, hoy se ve transversalizada por la irrupción de nuevas tecnologías relativas a la telemática, Inteligencia Artificial, robótica y redes sociales, que afectan y modifican las condiciones del trabajo productivo bien remunerado. Tal situación a su vez ha permitido que se desarrolle con fuerza la contradicción Imperio-Estado Nación Soberano como respuesta al sentimiento de liberación de los pueblos que expresan sentidos deseos nacionalistas y patrióticos que le imprimen a las luchas reivindicativas un contenido de soberanía nacional y autodeterminación que constituye una fuerza política y popular muy importante. Es una verdadera idea-fuerza que está moviendo a los pueblos a lo largo y ancho del planeta.
De allí que el hegemón imperial, cuyo dominio está en entredicho cada día que pasa, enfrenta permanentemente fuerzas diversas y plurales que en nombre de mejores condiciones de vida y trabajo (pero al mismo tiempo de reivindicaciones de la soberanía popular) se oponen al autoritarismo y supremacismo del golpeado hegemón norteamericano. Por lo tanto, aquí cobra un grandísimo valor la capacidad de unión e integración de estos pueblos en lucha tanto en el continente americano como en el Sur global. Se trata de fortalecer esta integración, esta unificadora alianza que presenta un frente común de lucha, de intereses, de aspiraciones y propuestas. Es avanzar en la construcción y consolidación de un férreo bloque latinoamericano que a lo interno del continente nuestroamericano desarrolle una política común de independencia, soberanía, colaboración, solidaridad e integración en planes comunes de inversión, desarrollo e investigación frente al capital imperialista con alternativas reales de independencia soberanista.
Tenemos cómo hacerlo pues nuestras naciones son poseedoras de inmensas riquezas naturales tanto en energía como en metales preciosos, tierras raras, metales estratégicos, así como de la mayor biodiversidad del planeta. Hoy Latinoamérica, firmemente integrada, es una real opción al dictat autoritario imperialista y una zona de paz y verdadero equilibrio geoestratégico mundial mediante la defensa intransigente de la paz con justicia social, sana integración y respeto a la autodeterminación y soberanía nacionales. Es una oportunidad histórica, geopolítica, económica y cultural de trascender nuestra visión humanista, independiente, respetuosa de la paz de los pueblos. El desarrollo de tal política es nuestro original aporte en el marco global de la nueva época, es nuestra comprensión integral de los nuevos tiempos que soplan en el planeta. Es el aporte vital del pueblo latinoamericano a la paz con justicia social, a la sana convivencia con la madre tierra, a la esperanza futurista de un mundo mejor y posible.
Tal visión estratégica y política tiene que servir de inspiración y guía como la más alta expresión política de la conciencia, de la madurez, del sentido trascendente del movimiento popular venezolano con sus trabajadores y trabajadoras, campesinos y campesinas, pescadores y pescadoras, mujeres, jóvenes, intelectuales, poetas, comunicadores y comunicadoras, para enfrentar la agresión imperialista reconociendo y revalorizando la combativa moral de lucha del heroico pueblo venezolano que resiste con ejemplar gallardía y firme convicción en medio de duras dificultades, sin desmayar ni ceder terreno en su revolucionaria batalla, hoy tan necesaria y vital para seguir venciendo.
¡FRENTE AL HEGEMÓN PLUTOCRÁTICO, LATINOAMÉRICA SOBERANA!
¡CONTRA LA POSICIÓN GUERRERISTA DE LA OTAN, LA PAZ DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO!
¡VIVA EL MOVIMIENTO POPULAR VENEZOLANO Y NUESTROAMERICANO!
¡LA CLASE OBRERA MUNDIAL POR EL RESCATE DEL VALOR DEL TRABAJO PRODUCTIVO Y LA PAZ DE LOS PUEBLOS!
*Orlando Castillo – Miembro del Consejo Consultivo de la CBST / Constituyente por el Sector Trabajadores y Trabajadoras*
21 de julio de 2022
