¿Por qué los artistas y gestores culturales no protestan ante el Ministerio de Cultura? Reflexiones sobre causas y desafíos.

Por Juan Pérez.

La falta de movilización organizada por parte de artistas y gestores culturales frente a los problemas del Ministerio de Cultura revela causas complejas que limitan la capacidad de respuesta del sector y perpetúan una situación de precariedad y desatención.

A continuación, analizo los principales factores detrás de este fenómeno en nosotros los artistas dominicanos:

*CAUSAS PRINCIPALES.*

*1. Desorganización y falta de unión.*
A diferencia de otros sectores, como los sindicatos de profesores o médicos, el ámbito cultural carece de estructuras gremiales fuertes que representen colectivamente sus intereses. Los artistas suelen trabajar de forma aislada, lo que dificulta la articulación de demandas comunes y reduce la capacidad de organizar protestas masivas y efectivas.

*2. Miedo a represalias*
Muchos artistas temen criticar abiertamente al Ministerio por miedo a perder oportunidades laborales, subvenciones o acceso a espacios culturales. Este temor paraliza al sector y perpetúa un silencio colectivo frente a las problemáticas existentes.

*3. Falta de confianza en el Ministerio*
La percepción de inacción y desinterés por parte de las autoridades desmotiva a los gestores culturales, quienes consideran que sus esfuerzos no tendrán impacto alguno. Sin una institución que inspire confianza, se dificulta la construcción de liderazgos que canalicen las demandas del sector.

*4. Precariedad económica*
La difícil situación económica de muchos artistas obliga a priorizar la subsistencia diaria, dejando poco espacio para la organización de protestas o actividades colectivas, perpetúando un ciclo de conformismo y falta de acción.

*5. Fragmentación interna.*
La diversidad de disciplinas, enfoques y necesidades dentro del sector cultural dificulta la construcción de una agenda común. Esta falta de cohesión debilita las demandas colectivas y facilita que las instituciones minimicen la presión del sector.

*6. Baja visibilidad mediática*
Los temas culturales reciben escasa atención en los medios, lo que limita el impacto de cualquier movilización. Sin apoyo mediático, las protestas culturales difícilmente logran captar la atención de la opinión pública o ejercer presión sobre las autoridades.

*7. Alternativas fuera del sistema*
Muchos artistas optan por trabajar de forma independiente o recurren al sector privado para evitar la burocracia estatal. Si bien esta estrategia les permite avanzar profesionalmente, debilita los esfuerzos colectivos por exigir cambios estructurales en el sistema cultural.

*PROPUESTAS PARA EL CAMBIO.*
Superar estos desafíos requiere un esfuerzo conjunto y varias acciones concretas, entre ellas:

*1. Debemos fortalecer las asociaciones culturales.*
Crear y consolidar una asociacion que representen los intereses de artistas y gestores, promoviendo la unión del sector y expresarnos como una voz colectiva.

*2. Desarrollar estrategias de comunicación efectivas*
Incrementar la visibilidad de las problemáticas culturales en los medios para generar empatía y apoyo de la sociedad.

*3. Fomentar liderazgos sólidos.*
Impulsar líderes que inspiren unidad y movilización, actuando como representantes del sector ante las autoridades y la opinión pública.

*4. Presionar de manera constante.*
Tomar ejemplo de los gremios de médicos y profesores que ejercen presión continua para garantizar que las demandas sean escuchadas y atendidas.

*UN FUTURO COLECTIVO.*
El futuro del sector cultural en la República Dominicana depende de su capacidad para unirse, organizarse y articular sus demandas con claridad y fuerza. Si los artistas y gestores culturales no tomamos la iniciativa, la precariedad del sector seguirá dependiendo de la voluntad de cada presidente o ministro de turno «a sigun» su nivel y visión del arte y la cultura.

El cambio está en nuestras manos. Es hora de consolidar esfuerzos para garantizar que la cultura ocupe el lugar que merece, convirtiéndose en un sector imprescindible en cada gobierno y un motor de desarrollo para toda la sociedad dominicana.