¿ Por qué vuelve Leonel?
Por Juan Carlos Espinal.
Durante los años 80’s una ola privatizadora sepultó los residuos de las empresas de CORDE, abarcando varias empresas estatales, acelerando los empréstitos internacionales, posibilitando el auge de las quiebras financieras del Banco Universal, Bancomercio y el Banco de los Trabajadores.
Dicha ola desestabilizadora tuvo una repercusión ilimitada en la sociedad Dominicana.
Mientras que los partidos políticos tradicionales PRSC, PRD y PLD, las ONGs, CONEP iban ganando fuerza y llegaban al poder de la mano del sector financiero, los trabajadores informales las clases medias y los desocupados iban deteriorándo su capacidad adquisitiva de forma simultánea.
El neoliberalismo económico del Banco Central de 1984 fue el sustituto de la Constitución de 1966.
Entre 1986-1995 la oposición PRD-PLD estimuló las tendencias del bipartidismo presidencialista facilitando la participación política de amplios núcleos sociales.
Los grupos económicos establecidos desempeñaron papeles de oposición a Balaguer intentando acabar con el régimen autoritario para derrocar al neotrujillismo.
Los movimientos de sociedad civil influían en la política electoral sin ser controlados por los gobiernos.
El financiamiento de USAID a las ONGs, partidos políticos y empresas nacionales continuó dominando la oposición a los gobiernos.
La izquierda liberal, los comunistas y el sindicalismo habían quedado desacreditados después de ser plenamente socavados por los servicios secretos de los 12 años, el divisiónismo histórico y la ausencia de unidad política.
La oposición liberal al neotrujillismo había existido en las mentes de los hombres de empresa, un reducido número de intelectuales y otras personas frustradas con raíces o conexiones con Washington.
El fracaso generalizado de la burguesia nacional ha sido un fenómeno continuo y repetido desde Buenaventura Baez y Lilis.
La democracia liberal también tiene sus fuentes en los inhóspitos conceptos de los liberales asimilados, la cultura individualista y la falta de un proyecto de Nación sustentable.
Las tendencias autoritarias de pos guerra se adelantaron con el golpe de Estado en 1963 difundiendo en sus escuelas la educación religiosa, que a menudo pasaba a estar dominada por maestros católicos incrementando su apoyo a la religión secular, al nacionalismo militarista y a las instituciones universitarias pos Trujillo.
El resurgimiento del fascismo ideológico y politico forma parte aún del atractivo de los movimientos sociales que reafirman el carácter colonial del Estado dominicano.
En el plano más general, esto significa afirmar el carácter religioso del Estado y negar el derecho político a la sociedad.
En los años 90s y 2000s los líderes políticos tradicionales se apresuraron a identificar su identidad cultural convirtiéndose al neoliberalismo cuando no al fondo monetarismo dominante.
Entre 1966-1996 los gobiernos tomaron nota de los conceptos y prácticas legales incorporando grupos económicos al presupuesto, politizando las FFAA y PN hundiendo el Estado de Derecho.
La tasas de crecimiento de la población, la migración desde el campo a la ciudad y el aumento demográfico confirmaba el nivel de degradación de la educación primaria en su conjunto.
La gente de mayor edad nacida entre 1940 y 1950 era en su mayoría de la zona rural y su movilizacion social del tamaño de su dependencia económica al Estado.
Entre los años1960-1980, los jóvenes eran los protagonistas de las protestas sociales, las reformas politicas y las revoluciones.
Históricamente, la existencia de un gran número de jóvenes en política ha tendido a coincidir con tales movimientos.
Entre los años 1980-2000, el crecimiento demográfico significó el acceso político de los grupos transnacionales, las ONGs y los grupos religiosos al Estado.
Mientras la Juventud de entre 1960-1980 era reprimida en las calles los grupos económicos fundaban nuevas herramientas políticas para entre 1986-1996, con notable éxito, impulsar el borrador neoliberal.
CONEP, ANJE, FINJUS, Participación Ciudadana y Transparencia Internacional proporcionaron la proyección mediática necesaria a la derecha política, en coincidencia con la expansión del sistema financiero y los movimientos políticos de la generación pos Trujillo.
El índice de crecimiento económico se expandió al tiempo que el desarrollo económico se estancó.
Ello desembocó en la división política del PRSC y más tarde del PRD.
El surgimiento de la nueva generación pos Trujillo tranquilizó al Departamento de Estado de Estados Unidos siempre preocupados por las aduanas, las haciendas y los partidos políticos.
Durante las décadas posteriores, el crecimiento sin desarrollo económico tendría efectos profundamente desestabilizadores en el orden social, político y económico.
El desarrollo económico República Dominicana provocó el ensanchamiento de las brechas sociales desplazando los beneficios de los trabajadores.
Mientras el crecimiento económico continuaba en alta y emergía un modelo económico parasitario el crecimiento demográfico hacia colapsar los índices de desarrollo sostenible.
La gente joven nacida entre 1990-2000 con estudios universitarios no lo pensó dos veces y abandonó el país continuando la fuga de cerebros que los planificadores fondomonetaristas habían establecido.
Por consiguiente, las décadas venideras verán el contínuo resurgimiento de un nuevo pacto social, político y económico y una cultura política que tenderá hacia la desigualdad.
Es concebible que en COVID-19 surjan nuevos movimientos sociales progresistas ante el atraso económico de las altas tasas de interés, la insuficiencia de las élites políticas para ponerse de acuerdo y la creciente inseguridad ciudadana.
Las sociedades divididas afrontan problemas particulares a la hora de mantener su unidad.
La división del PRM en el gobierno y del PLD en la oposición es en gran medida la manifestación de violencia desde el poder contra la sociedad.
En COVID-19, la colectividad de la cultura democrática se manifestará por encima del unilateralismo de las élites desmovilizadas en apoyo de la participación.
El consenso político será sustituido por la movilizacion social hasta la construcción del universalismo constitucional en un mundo pos pandémico que anuncia el triunfo de la diversidad.