¿Qué representan para Nicaragua los vínculos diplomáticos con China?

Una vez Nicaragua y China firmaron el convenio de restablecimiento de sus relaciones diplomáticas este 10 de diciembre, los representantes de ambos países allanaron el camino de la cooperación, el comercio y las inversiones en sectores estratégicos.

En su anuncio de reconocimiento al país asiático, leído por el ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, Managua rompió los vínculos con Taiwán, iniciados hace más de 30 años durante el gobierno de la expresidenta Violeta Barrios y manifestó su compromiso de cese inmediato de contactos oficiales con ese territorio chino.

Para Andrea Pérez, licenciada en relaciones internacionales y derecho, tras la llegada nuevamente al poder del mandatario Daniel Ortega, Nicaragua siempre tuvo claras las diferencias políticas e ideológicas con Taiwán, de hecho, la isla temía por el cese político bilateral desde 2007.

«Guiados por los principios de cooperación y fraternidad decidimos mantener los convenios establecidos en la década de 1990. Sin embargo, esta determinación era un hecho previsto pues, en el contexto internacional, la posición de Taiwán era la de estado pivote para las acciones injerencistas en el Mar Meridional de China», reconoció.

Pérez aludió a las recientes elecciones generales celebradas el 7 de noviembre último en su país, las sanciones aplicadas posteriormente por Estados Unidos y la constante propagación antisandinista, acontecimientos que, a su juicio, determinaron el retroceso de Taipéi en los acuerdos de cooperación actuales.

«Como socios del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) votaron en contra de la inauguración de una sede en Managua y luego ocurrió un cambio de embajador, estrategias diplomáticas empleadas que, seguramente, llevarían al desconocimiento del gobierno de Nicaragua», afirmó Pérez.

De acuerdo con Manuel Espinoza, director del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI), el ejecutivo sandinista valoró las complejidades de un contexto internacional multicéntrico, tras dos años de pandemia Covid-19, y la necesidad estratégica de incorporar al país en el camino de las competencias comerciales.

«Respecto a la política exterior resulta una disposición sabia y acertada. Incluso, en el mismo pueblo nicaragüense existía una comprensión de la pertinencia de este cambio. Pero si bien primó el respeto, la seriedad y lealtad hacia Taiwán, desde hace un tiempo, se intensificaron las presiones de Washington sobre ese territorio», explicó.

TAIWÁN: ¿SOCIO COMERCIAL IMPORTANTE?

Las relaciones con Taiwán, refirió la experta, forman parte de la imposición política e ideológica promovida por el gobierno de Violeta Barrios, defensora de las órdenes emitidas desde Estados Unidos, alusivas al rompimiento de cualquier vínculo con la República Popular China, como sucedió también en otros países de la subregión.

«El intercambio comercial de la isla con Nicaragua, durante los gobiernos neoliberales apuntó más a desembolsar dinero para dichas administraciones. Tras el retorno al poder de Ortega y durante su gestión de casi dos décadas, el monto resultante de los vínculos financió proyectos de carácter social», expresó la politóloga.

Al cierre de 2020, el comercio bilateral, incluido el de zonas francas, superó los 166 millones de dólares, un aumento de 14.03 por ciento en relación con 2019, y la exportación de Nicaragua hacia el territorio chino alcanzó los cerca de 144 millones de dólares.

Pérez recordó que la nación centroamericana siempre mantuvo vínculos económicos con China y políticos mediante el FSLN y el Partido Comunista del país asiático, y respecto a la repercusión de esta nueva postura, la especialista mencionó las palabras del empresario Wan Jing difundidas este 10 de diciembre en un comunicado:

«Nicaragua está destinada a convertirse en el eje más importante de la Franja y Ruta a través del Pacífico y el Atlántico, un centro emergente que promueve la economía, el comercio, la tecnología y la cultura entre el este y el oeste, un faro que representa la gran amistad entre los pueblos».

Sin dudas, esta alianza con China, aseguró Espinoza, ayudará al enfrentamiento de las medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos y a las élites de poder económico de algunos países de la región, subyugadas a sus intereses, que desconocen los resultados del proceso comicial de noviembre último.

La nación asiática es, actualmente, la primera potencia económica del mundo y posee » altos niveles de asistencia financiera, poder tecnológico, inversión pública y privada y el impulso a numerosos proyectos de infraestructura, una oportunidad invaluable para Nicaragua», detalló el académico.

El presidente del CREI señaló los proyectos de colaboración, respeto y beneficio mutuo entre numerosas naciones del área como Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela y buena parte de los estados de África con China y ahí radica, sentenció, la lógica asumida por el presidente Daniel Ortega para el restablecimiento de vínculos.

Tras la decisión de Nicaragua, Taiwán mantiene solo 14 aliados diplomáticos formales, frente a los 21 con los cuales contaba antes de la toma de poder de la mandataria Tsai Ing-wen en mayo de 2016, y en Centroamérica restan aún Guatemala, Belice y Honduras.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.