Reforma constitucional y relaciones de poder

Por Cándido Mercedes. Ameritamos procuradores que procuren y no formen parte del problema y de la corrupción y el clientelismo perverso. Nos urgía una Cámara de Cuentas que contara y no hiciera cuentos. Que nadie pueda llamar desde el Palacio para que maquillen auditorías.

“Solo una crisis –real o percibida – da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente”. (Milton Friedman).En la poliarquía contemporánea el objetivo central de la política es logar un grado determinado, razonable de la estabilidad social. La política, en su operatividad, en su marco de instrumentalización, cobra más sentido y pertinencia cuando logra articular con los actores políticos sociales la capacidad de mediación de los conflictos. En el marco de esa negociación plural una Constitución es la configuración macro del marco de actuación, en el plano político, del pacto o contrato social de los actores más activos involucrados en una sociedad.

Sin embargo, su radio de acción está determinada, en gran medida, por las relaciones de poder, esto es, como el poder político, la política y el poder se entrecruzan en su perspectiva, en su capacidad de autoridad, de influencia y de coacción, en una formación social determinada. Las múltiples caras del poder han de tener siempre como axioma y corolario, la legitimidad. Una Constitución es el alcance del consenso en medio de las relaciones de poder, graficando como vamos a organizar el Estado (la sociedad políticamente organizada).

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