“Se van a pique” en la ribera del Ozama
EC. Un deslizamiento de tierra más y nos vamos a pique”, fue la expresión de Alberto Sánchez Cruz, quien reside en la calle Segunda en la comunidad La Javilla de la ribera del Ozama, al referirse a la situación de vulnerabilidad que viven por el paso de la vaguada que aún se mantiene sobre el territorio nacional.
Sánchez Cruz explicó que teme por su vida y la de su esposa quienes sobre la parte trasera de su hogar tienen una montaña de viviendas que en cualquier momento pueden deslizarse sobre ellos debido a las ocurrencias de lluvias.
Con desesperación contó que las referidas viviendas fueron construidas encima de un terreno inestable y húmedo que ante una nueva vaguada o temblor de tierra ocasionarían una tragedia en la parte baja de esa barriada.
“Este caso de nosotros es una emergencia y deben socorrernos antes de que pase lo peor que Dios no quiera, porque no estamos aquí por gusto sino por necesidad”, expresó Alberto Sánchez Cruz
El señor dijo que desde el pasado 18 de agosto cuando se desplomaron parte de las rocas que aguantas esas viviendas, su pequeño hogar resultó afectado con una piedra gigante que le penetró la pared trasera de su casa.
Asegura URBE prometió desalojarlos a todos
Sánchez Cruz aseguró que como respuesta a ese incidente que ocurrió, la Unidad Ejecutora para la Readecuación de la Barquita y Alrededores (URBE) prometió desalojarlos a todos en un plazo de 90 días. Sin embargo, afirma que eso nunca se materializó. “Nos prometieron que nos iban a sacar de aquí antes de los tres meses, aquí vinieron todas las instituciones, pero lo hicieron cuando ocurrió el derrumbe y de ahí para allá nos dieron la patada… más nunca se han acordado de nosotros”, subrayó. El lugareño comentó que hay otros vecinos cuyas viviendas todavía están dañadas.
Dicen que 40 viviendas están de emergencia
“Aquí hicieron un levantamiento de las primeras 40 viviendas que eran las que iban a sacar porque el barrio tiene 430 viviendas de desalojo, pero esta área es una emergencia”, explicó Alberto Sánchez Cruz, quien reside en la ribera del Ozama en La Javilla, al referirse a la situación de vulnerabilidad que se encuentran desde un desplome de tierra ocurrido el 18 de agosto de 2021.