¿Será una época política de la mujer?

Por Franklin Almeyda Rancier. El arte femenino es objeto de observación y estudios, para estrategias políticas. No es solo un tema cuantitativo electoral, por ser la población mundial femenina el 49.584% y la masculina el 50.416% (Banco Mundial, 2020); la dominicana a su vez es casi igual, 49.947 % hombres y 50.053% mujeres.

Sin embargo, el tema no es exclusivamente cuantitativo electoral, sino cualitativo, por el arte femenino para lograr sus propósitos y cultivar sus propios espacios. Por lo general la mujer estudia el contexto y define su conducta en un plano de persuasión y espera paciente para lograr la oportunidad de actuar. Ese arte se desvanece cuando trata de imponer, creando conflictos fuera de su alcance.

El arte femenino se acompaña de tolerancia y espera de la oportunidad; es lo que más se parece al arte de gobernar en democracia. El problema es que la mayoría de las mujeres no trasladan ese arte para actuar en política, sino que tienden a imitar al hombre, en especial a los que parecen exitosos; ahí se equivocan, y el error las hace fracasar.

Si asociaran su arte discreto de conquistar, y trasladaran su encanto al pueblo, no a competir con las otras mujeres, tendríamos una fábrica de mujeres líderes. Aunque, no hay dudas, se está en ese proceso, lo facilita el cambio de época desde que tomó cuerpo hace 21 años la revolución digital y de la inteligencia artificial.

La comunicación dejó de ser vertical, propia de sociedades gobernadas por mandatos; ahora es horizontal, democrática e inteligencia colectiva. Hoy cualquier ciudadano se comunica al instante (online) con el mundo.

Todo se ha revolucionado: la Industria, procedimientos médicos, la ciencia, la educación, la movilidad aérea, territorial y marítima; la de mayor resistencia ha sido de los medios tradicionales de comunicación; no se acomodaba a los medios digitales hasta que llegó la Pandemia Covid-19., han tenido que recurrir a la tecnología digital para sobrevivir, pero no dan las primicias de un hecho o denuncia, sino cualquier influencer o ciudadanos de cualquier parte y nivel social.

La época cambia y eso es muy bueno. Las quejas que pueden considerarse como objetables al sistema digital por situaciones indeseadas, no lo invalidan; la educación no es uniforme y ha sido desigual, y eso trae consecuencias. Pero algo parecido sucedía, de vez en cuando, con los medios tradicionales, con la desventaja de que había que rogar publicar el desmentido o la aclaración. En las redes sociales se da respuesta al instante y solo hay que saberse manejar en sus ensortijados o enredados laberintos. Al ser horizontal y online resulta mucho más democrático que en los medios tradicionales.

Hay un vuelco hacia las redes, para el 2021 las cuentas se llenaron de usuarios: Facebook tenía 2,749 millones; YouTube 2,291 millones; WhatsApp 2,000 millones; Instagram 1,213 millones; Tiktok 689 millones; Twitter 353 millones; Telegram 500 millones.

El 73.6% de los usuarios de redes sociales estaban entre 18 y 44 años; por sexo, el 51.3% mujeres y 48.7% hombres Específicamente en Tiktok el 49% son mujeres y el 51% hombres.

Como se ve, este cambio de época, en la cual la mujer asoma para compartir, con su arte, el hogar universal con el hombre, lo enriquecerá por sus aportes novedosos para equilibrar el planeta.

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