¿Sobrevivirá Estados Unidos?

Paul Craig Roberts.

Imagen: Tomada de Ron Paul Institute

El primer cuarto del siglo XXI ha sido de Israel. El títere estadounidense de Israel ha destruido para Israel, a costa de vidas y dinero estadounidenses, a los enemigos árabes de Israel.


La política exterior de Estados Unidos está en manos de los imbéciles más incapaces, desinformados e imprudentes que ha producido el sistema educativo estadounidense, y sus sucesores, si los hay, serán peores.

La agresión estadounidense hacia el mundo se oculta bajo un eufemismo: “defensa nacional”. En años pasados, antes de que los eufemismos sustituyeran a la realidad, el secretario de Defensa se conocía como secretario de Guerra.

Washington libró guerras contra México. Contra los Estados Confederados de América.  Contra los indios nativos americanos. Contra España, a quien Washington arrebató Cuba y Filipinas. Contra diversos países de América Central y del Sur.

Recuerden al comandante de la Marina estadounidense Smedley Butler, dos veces condecorado con el más alto honor de Estados Unidos, quien dijo que él y sus marines eran el escuadrón de ejecución en América Latina de la United Fruit Company y los bancos de Nueva York, que explotaban América Latina hasta la médula, respaldados por las bayonetas del Cuerpo de Marines de Estados Unidos.

El nombre del Departamento de Guerra cambió, pero seguimos con guerras en Corea, Vietnam, el Caribe, derrocando varios países de América Central y del Sur.

Luego en África, donde se derrocaron líderes y gobiernos. Luego en Yugoslavia. Luego en Oriente Medio, donde Washington eliminó a los oponentes de Israel en favor de este país. Luego en Osetia del Sur contra Rusia.

Luego en Ucrania, de nuevo contra Rusia. Y ahora Estados Unidos tiene guerras pendientes contra Irán y China, mientras continúa la guerra contra Rusia trasladando la carga a Europa.

Esto no es en modo alguno “defensa nacional”.

Estamos siendo testigos de la continuación de la política hegemónica de Washington. Washington negocia con Rusia, China e Irán con un único objetivo: presentarles ‘acuerdos de paz’ que no pueden aceptar bajo ningún concepto, para poder decir que ha intentado la paz, pero que Rusia, China e Irán han rechazado las ofertas de paz.

Las ‘ofertas de paz’ equivalen a la renuncia a la soberanía de Rusia, China e Irán. Tienen que ajustar sus políticas a las instrucciones de Washington.

Irán tiene que desmantelar su defensa nacional y destruir sus misiles convencionales. Irán no puede vender petróleo a China ni a nadie más. Irán no puede enriquecer uranio con fines pacíficos. Rusia no puede quedarse con todas sus conquistas de los territorios rusos en Ucrania. Ucrania no será desmilitarizada. Rusia será castigada con más sanciones si Putin no acepta un alto el fuego antes de saber cuál es el acuerdo.

Ucrania puede tener una membresía de facto en la OTAN con una cláusula de seguridad mutua con Occidente. China no puede seguir teniendo más éxito económico que Estados Unidos.

Lejos de renunciar a la doctrina de Paul Wolfowitz sobre la hegemonía estadounidense, el presidente Trump la defiende.

Estados Unidos no es tan fuerte como Washington cree. En realidad, Estados Unidos es muy débil, al igual que todos los países occidentales, no solo militarmente, sino también emocional y espiritualmente.

Generaciones de denuncia de la civilización occidental por parte de las universidades occidentales han creado poblaciones inseguras de quiénes son. El daño que las universidades han causado al sistema de creencias es enorme.

En las próximas guerras de Estados Unidos con China, Irán y Rusia, ¿por qué van a morir los jóvenes estadounidenses, salvo por Israel y los beneficios de las industrias armamentísticas?

¿Por qué deberían morir los estadounidenses por Ucrania e Israel y los beneficios de las industrias armamentísticas? Nadie se hace esta pregunta ni la responde.

¿Cómo puede un estadounidense creer en sí mismo cuando se le dice sin cesar que es la fuente de todo mal, de toda opresión? El adoctrinamiento de los niños blancos contra su raza comienza en la educación temprana con la teoría crítica de la raza y el racismo aversivo.

¿Pueden los propagandistas de guerra de Washington crear monstruos más grandes a partir de Putin, Xi e Irán que los que las universidades occidentales han creado a partir de los blancos?

Así pues, esta es la situación: por un lado, los neoconservadores y los liberales de «America First» dicen a los estadounidenses que están destinados a gobernar. Por otro lado, los demócratas y la izquierda dicen a los estadounidenses que son racistas sin remedio que deben ser desplazados.

El régimen de Trump está creando un escenario bélico que Estados Unidos no puede ganar. Consideremos solo uno de los muchos desarrollos posibles.  Washington se retira de la guerra en Ucrania, dejándola en manos de Europa, pero antes de que Washington pueda enfrentarse a China, Netanyahu lanza a su marioneta estadounidense contra Irán.

Irán, a diferencia de Putin, decide combatir. Allá van los portaaviones estadounidenses en la región. Allá van las bases americanas en Oriente Medio. Los sistemas de defensa aérea iraníes suministrados por Rusia eliminan un gran porcentaje de la Fuerza Aérea estadounidense. Estados Unidos sufre una estruendosa derrota militar. Y entonces sacan las armas nucleares.

La incapacidad de Putin para tomar decisiones está facilitando y alentando la autodestrucción de Washington. Putin afirma que Rusia se enfrenta sola a Occidente, que intenta acabar con Rusia fracturando la Federación en varios países más pequeños, como Washington hizo con la Unión Soviética al crear Ucrania por primera vez en su historia como Estado independiente -una entidad que hoy apenas tiene 30 años de existencia, creación pura de Washington.

¿Entiende Putin que las negociaciones de paz son un fraude diseñado intencionadamente para fracasar?

Lo que realmente está sucediendo es que las guerras que Estados Unidos pretende librar contra Rusia y China se están secuenciando, porque Estados Unidos carece de la fuerza necesaria para enfrentarse a todos sus adversarios elegidos al mismo tiempo.

La guerra de Washington contra Rusia en Ucrania se está transfiriendo a Europa con el pretexto de una división entre Estados Unidos y la Unión Europea.

Como ni Zelensky ni Putin pueden aceptar las condiciones de Trump, este puede sacar a Estados Unidos del conflicto retirándose y dejando que la Unión Europea se encargue de continuar con él.

El establishment estadounidense seguirá ganando dinero con este conflicto vendiendo armas a los europeos y ganará aún más intensificando la guerra con China.

Las condiciones que Trump exige a Irán son tan poco realistas que denotan una total falta de seriedad. Equivalen a despojar a Irán de toda posibilidad de existir como nación soberana. El anuncio de Trump de sanciones estadounidenses a todos los países que compren petróleo a Irán es una locura.

Washington está tratando de cortar el suministro de petróleo a China, como hizo Roosevelt con Japón, lo que conducirá a la guerra que Roosevelt quería. Trump ha hecho un trato con el establishment estadounidense o lo ha hecho su Gobierno.

Mírenlo con claridad.

¿Qué está haciendo Rusia y de qué manera amenaza a Occidente para justificar una guerra que suprima esta supuesta amenaza?

Rusia no ha amenazado a ningún país occidental y no ha hecho más que demandar un acuerdo de seguridad mutua con Occidente, el cual ha sido rechazado.

¿Qué medidas ha tomado Irán contra Occidente? Ninguna. Irán está en el punto de mira porque apoya a los últimos enemigos que le quedan a Israel, el pequeño grupo de hutíes en el pequeño Yemen y la milicia decapitada de Hezbolá en el pequeño Líbano.

Washington eliminó para Israel, a costa de vidas y dinero estadounidenses, a los enemigos de Israel en Irak, Libia y Siria. El mundo árabe ya no existe. Estados Unidos lo ha borrado del mapa para Israel.

Como dejó claro Norman Podhoretz en la revista judía Commentary, el objetivo de las guerras de Estados Unidos en Oriente Medio en el siglo XXI es derrocar a los Estados árabes que se interponen en el camino del Gran Israel.

Y Washington obedeció. Hoy en día, el único Estado árabe que queda es Arabia Saudí, y no hace mucho, un ministro israelí añadió la mitad de Arabia Saudí al mapa del Gran Israel. Israel ocupa ahora parte de Siria y dice que está allí para quedarse. Esta semana, Israel anunció que la conquista total de Palestina estaba en marcha.

El primer cuarto del siglo XXI ha sido de Israel. El títere estadounidense de Israel ha destruido para Israel, a costa de vidas y dinero estadounidenses, a los enemigos árabes de Israel.

Ahora Netanyahu va a lanzar a sus títeres idiotas en Washington contra Irán.

Traducción nuestra


Reimpreso con permiso de PaulCraigRoberts.org.

*Paul Craig Roberts es un economista y autor estadounidense. Anteriormente ocupó un cargo en el subgabinete del Gobierno federal de los Estados Unidos, así como puestos docentes en varias universidades estadounidenses. Es promotor de la economía de la oferta y opositor de la reciente política exterior de los Estados Unidos.

Fuente original: Ron Paul Institute

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.