Wessin como detonante del derrocamiento de Bosch
Joaquín Alberto Ramírez
Así como en la noche vemos la constelación Centaurus, y vista desde la Tierra creemos que sus tres estrellas están a una distancia de unos pocos centímetros, la realidad es que el espacio más próximo de una de otra es 11,2 veces mayor que la separación de nuestro planeta con el Sol. Así ha acontecido con las crisis políticas dominicanas entre 1963 y 1965.
Con la etiqueta «Estados Unidos» creamos un estereotipo. Pensamos que todos los presidentes de esa potencia cumplen fielmente la partitura de la clase dominante, como catalogamos en el marxismo, pero en cuanto al derrocamiento del prócer Juan Bosch la actitud que tuvo John Fitzgerald Kennedy no fue la misma que asumió Lyndon Baynes Johnson si bien es cierto que formaron una fórmula electoral inteligente porque el primero era de Massachusetts, un estado norteño más liberal; el segundo era de Texas, un estado sureño más conservador, y así procedieron en la política estadunidense.
Bosch estaba cansado de los desafíos de Wessin
Sin el conocimiento del presidente Kennedy y del vicepresidente Johnson, Bosch convocó a los militares dominicanos al Palacio Nacional la noche de 24 de setiembre de 1963. ¿Qué sucedió? El presidente dominicano estaba cansado del desafío a su autoridad por parte del coronel Elías Wessin, y la ausencia de los oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana al homenaje que se le rendía al vicealmirante estadunidense William E. Ferrall fue la gota que rebosó la paciencia del jefe de Estado caribeño.
Bosch dictó un decreto de destitución del coronel Wessin como director del Centro de Enseñanzas de las Fuerzas Armadas. Ninguno de los militares convocados por el presidente estuvo de acuerdo con la medida, y su reacción fue renunciar al cargo si él no estaba en las condiciones de remover a un oficial de alto rango.
El Ovejo y el Chivo
Esta renuncia fue calificada por Víctor Grimaldi como una maniobra política de Bosch. A su entender era una manera de enfrentar la sociedad dominicana contra los altos mandos militares, y tal como establecía la constitución (como la actual) el presidente de la República renuncia ante la Asamblea Nacional, y el vicepresidente de ella, el presidente de la Cámara de Diputados (José Rafael Molina Ureña) había llegado a palacio entre la 1:30 de la madrugada (ya día 25) y las 2:25 am.
¿El presidente de la Cámara de Diputados Molina Ureñafue convocado por Kennedy, por Johnson, por Martino por los militares? No, fue por Bosch. ¿El presidente dominicano fue sacado de su casa por el alto mando de las fuerzas armadas? No fue el mismo mandatario quien sostuvo una reunión en su residencia el día 24 entre las 9 y 10 de la noche para decirles a Viñas Román, Hungría Morel, Rib Santamaría y Tapia Cessé que «Tengo informes que me merecen entero crédito de que el coronel Wessin ha dicho que al ovejo le van a hacer idéntico a lo que le hicieron al chivo y yo no voy a gobernar con presiones de ese tipo.»