Colombia, Debacle del Uribismo y sus politiqueros, cuidado con el fascismo criollo.

Por Josermano Ariza.

Es necesario advertir nuevamente contra el triunfalismo, los adueñados de Colombia saben que no podían derrotar a Petro, el objetivo era lograr que todos aceptemos alegremente que vamos a segunda vuelta, pero tal y como se manejaron mediáticamente la entrega de resultados, hay algo que apesta, nosotros seguíamos contando votos en las mesas y ya el Máss media hablaba de resultados con mas del 99% escrutado, solo un examen mas escrupuloso del software, del algoritmo, de cotejar los resultados de cada mesa procesados, nos permitirá saber si realmente lo publicado corresponde con la voluntad publica en las urnas.

Es evidente que los colombianos están hartos de la politiquería tradicional, pero también que la mayoría de las nuevas generaciones asumen una actitud suicida y les importa poco el futuro del país, tal como lo denunciaba hace rato la película “Rodrigo no futuro”,  así como el efecto nocivo de los fanatismos religiosos y sus sectas que promueven la irresponsabilidad social al dejar todo en manos de un dios todopoderoso que permite que miles de niños mueran de hambre y enfermedades prevenibles, por eso el mayor triunfador de las elecciones sigue siendo el abstencionismo promovido por las elites beneficiadas.

Los resultados nos muestran que el uribismo esta quemado, la gran mayoría ya no le come sus cuentos luego de tantas masacres evidentes, de tantos escándalos de apropiación de las tierras de los desplazados y los baldíos, de tantos casos de corrupción de los uribistas y sus compinches, etc., la burbuja mediática complice que los encubría se está rompiendo y solo uno de cada 5 colombianos les apoya, porque se lucra de alguna manera o su coraza de odio irracional le encierra en su propio torpe fanatismo, pero esos votos no serian suficientes para seguir cooptando el Estado para sus intereses.

El peligro está en que no nos confiemos que, por haberle cortado las uñas al depredador, nos olvidemos que sigue comiendo, ese monstruo criminal que amenaza la paz y el bienestar de todos los colombianos es el fascismo criollo, que se alimenta de las emociones, frustraciones, el inconsciente colectivo y los arquetipos subliminales, que no son tan evidentes como la crueldad, los asesinatos y los crímenes del uribismo y su paramilitarismo.

Gran parte del éxito de Rodolfo Hernández en estas elecciones es justamente su parecido con esos arquetipos fascistas colombianos que nos conforman culturalmente como sociedad: “el viejito dicharachero” que está dispuesto a golpear o otro para hacerse respetar, que cree que las mujeres deben quedarse en la cocina, que admira a Hitler y lo dice, no por ignorancia, sino midiendo cuanta aceptación puede tener, como lo tuvo en Ucrania, Polonia, etc., que se muestra como alguien no intelectual, no hay que ser inteligente, suficiente ser avivato,  por eso no va a debates, se muestra como alguien que dice lo que se le ocurre y cuando se le ocurre y tapa su ignorancia con un mal chiste o un desplante irrespetuoso.

“El viejito gracioso” además es vivísimo para los bisnes, aprovecha todas las oportunidades para agrandar su chequera y lo llama “pilas para los negocios”, mientras grita “corruptos” a otros,  mientras es investigado y pronto será juzgado por su corrupción, evasión, colusión, etc., similar a Fujimori en Perú, Lasso en Ecuador, Bolsonaro en Brasil, Zelensky en Ucrania, etc., una cualidad de los gobernantes aplaudidos desde Washington: con un precio y dispuestos a vender a su país y sus ciudadanos para trepar y acrecentar sus fortunas.

El ”viejito chabacán” se parece mucho al perfil que el imaginario colectivo ha construido del colombiano promedio: machista, patriarcal, paternalista, patán, ignorante, violento pero gracioso, que se ríe mientras patea al perro, orgulloso de la foto de su familia colombiana, mientras sonríe hipócritamente para negar sus claroscuros, el dolor, el sufrimiento, los asesinatos, las trampas, los renunciamientos de los mas vulnerabilizados, el esclavismo heredado, la remora del feudalismo, la negación del otro y de la verdad.

Hernández termina siendo la pus debajo de la piel uribista paramilitar, poder factico aun poderoso con los clanes del golfo y todos sus primos, que se han debilitado política y mediáticamente, pero no podemos olvidar que en una campaña electoral como esta lo fundamental no son las ideas, el “viejito” no participo en el gran debate televisado y gano, lo fundamental sigue siendo lo simbólico, los arquetipos movilizadores, lo emocional que debe ser mejor y mas eficientemente manejado por nosotros los convencidos en que una mejor Colombia es posible y urgente, desterrando la guerra, la violencia y todas sus raíces: la exclusión, la vulnerabilizacion, la negación de los derechos colectivos, ahora más que nunca debemos seguir asumiendo nuestra responsabilidad para continuar construyendo una sociedad de convivencia pacifica para vivir sabroso, para ello la política publica es fundamental, sacando a los boicoteadoras de la paz y negociantes de la guerra del manejo de la cosa pública, la Paz solo tiene una opción para su implementación y de nosotros depende que este pacto histórico por el futuro mejor sea el primer gobierno alternativo que rompa la maldición de pobreza y dependencia a la que nos condeno la oligarquía desde hace 200 años. Venceremos los humildes. Josermano. Comité del Pueblo en resistencia. Red de Solidaridad entre los Pueblos.

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