El impacto socioeconómico de las contra reformas fondomonetaris- tas #2
Por Juan Carlos Espinal.
Durante los años setentas y ochentas una ola de corrupción sepultó los residuos de CORDE, abarcando a varias empresas estatales.
Dicha ola de violencia política desde las instituciones del Estado tuvo una repercusión ilimitada en la vida cotidiana de la sociedad Dominicana.
Mientras en los años 8Os los partidos políticos de la democracia representativa, las ONGs, los medios de comunicación corporativos y la derecha económica iban ganando fuerza y llegaban al poder de la mano de la embajada de los Estados Unidos, el sector financiero nacional se disolvió, los trabajadores perdieron sus derechos sociales al tiempo que la incipiente clase media iba deteriorándose de forma simultánea.
En 2003, el dólar se disparó del 16×1 al 50×1, por ejemplo.
El neoliberalismo fondomonetarista es el sustituto de la Constitución.
Entre 1980-2000 y 2000-2020 la derecha económica gobernante estimuló las tendencias del bipartidismo presidencialista obstaculizando la participación ciudadana.
De la mano de la influencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos, los grupos económicos establecidos desempeñaron papeles de oposición a cualquier gobierno democrático electo por las mayorías nacionales intentando acabar con la separación de poderes.
Los movimientos corporativos de sociedad civil como ANJE, FINJUS, CONEP, Participación Ciudadana, fluían en la política del estado sin ser controlados por los gobiernos.
El financiamiento de USAID a las ONGs continuó dominando la oposición a los gobiernos, filtrando con su veneno ideológico a los medios de comunicación e ingiriendo en las políticas públicas nacionales.
La izquierda y un amplio sector de los comunistas habían quedado desacreditados después de ser plenamente socavados por los servicios secretos de los 12 años.
La izquierda política había existido en las mentes de la burguesía urbano-rural, un reducido número de prominentes intelectuales y otras personalidades con raíces o conexiones con el bloque de países socialistas.
El fracaso generalizado de la burguesia nacional ha sido un fenómeno continuo y repetido desde Buenaventura Báez y Lilis.
La democracia representativa 1966-2024 también tiene sus fuentes, cultura y principios en los inhóspitos conceptos de la doctrina imperialista.
Las tendencias autoritarias de pos guerra se adelantaron con el golpe de estado en 1963 difundiendo en las escuelas públicas controladas por el estado neotrujillista la educación colonial, que a menudo pasaba a estar dominada por maestros católicos quienes incrementaron su apoyo a la religión y a las instituciones universitarias pos Trujillo.
El resurgimiento del fascismo ideológico y politico forma parte aún del atractivo de los movimientos sociales de la derecha económica lo que reafirma el carácter reaccionaro de su modelo político.
En el plano más general, para la derecha económica gobernante esto significa afirmar el carácter colonial del Estado.
En los años 90s y 2000s los líderes políticos tradicionales se apresuraron a identificar su identidad cultural convirtiéndose al neoliberalismo.
Entre 1996-2000, 2004-2012 y 2012-2019 los gobiernos nacionales tomaron nota sobre los conceptos y prácticas fallidas del Banco Central de los gobiernos de entre 1978-1982, 1982-1986 y 2000-2004.
Entre 1996-2000, 2004-2012 y 2012-2019 La tasas de crecimiento económico, la estabilidad democrática y el clima de paz social redujo la inmigración desde el campo a la ciudad mientras disminuyó la pobreza confirmando que la inversión pública redujera el desempleo.
Entre 2004-2012 la gente de mayor edad era en su mayoría urbana siendo su movilizacion social del tamaño de su satisfacción.
Entre 1978-1982,1982-1986 y 2000-2004 los jóvenes eran los protagonistas de las protestas, la inestabilidad, las reformas, el Paro y las huelgas.
Históricamente hablando, la existencia de un gran número de jóvenes ha tendido a coincidir con tales movimientos.
Entre 1980-2000, el crecimiento demográfico significó el acceso político de los grupos transnacionales al Estado.
Mientras la juventud Dominicana de entre 1960-1980 era reprimida en las calles, los grupos económicos fundaban nuevas herramientas políticas con notable éxito.
CONEP, ANJE, FINJUS, Participación Ciudadana y Transparencia Internacional proporcionaron la proyección mediática necesaria en coincidencia con la expansión del sistema financiero y los movimientos políticos como el PRM y otros, por ejemplo.
El índice de crecimiento económico en los gobiernos del PLD se expandió al tiempo que la inflación sin control de precios desapareció.
La división política del PRSC y más tarde del PRD, el surgimiento de la nueva generación pos Trujillo tranquilizó al Departamento de Estado de los Estados Unidos siempre preocupados por las Aduanas, el control del Congreso, del Poder Judicial y los partidos políticos.
Durante las décadas posteriores a los gobiernos de Antonio Guzmán, Salvador J. Blanco e Hipólito Mejía, el decrecimiento económico tendría efectos profundamente desestabilizadores en el orden social, político y económico de la sociedad Dominicana de entre 2004-2020.
El desarrollo de la República Dominicana de entre 1996-2000 provocó la reducción de las brechas socioeconómicas aumentando los beneficios sociales a los trabajadores.
Mientras por un lado el crecimiento económico continuaba en alta en la oposición emergía un modelo político económico de empresas decidido a hacer colapsar los índices de desarrollo sostenible.
En los gobiernos del PRD la gente joven con estudios universitarios no lo pensó dos veces y abandonó el país continuando la fuga de cerebros que los planificadores fondomonetaristas habían establecido.
Por consiguiente, las décadas venideras verán el continuó resurgimiento de un nuevo pacto social, económico y una cultura política que tenderá hacia la ausencia del sentido común.
Es concebible que surjan nuevos movimientos sociales progresistas ante el atraso económico y la insuficiencia de las elites políticas.
Las sociedades divididas afrontan problemas particulares a la hora de mantener su unidad.
Las contra reformas económicas del PRM en gran medida forman parte de la manifestación de la violencia desde el poder contra la sociedad.
En COVID-19, la colectividad de la cultura democrática se manifestó por encima del unilateralismo de las élites desmovilizadas en apoyo del ciudadano.
Tras las contra reformas fiscales, las reformas constitucionales y la desestabilizacion de entre 1978-1986, 2000-2004 y 2024-2028 el consenso había sido roto por una minoría dominante de la derecha económica gobernante qué a su vez fue inmediatamente sustituido por la movilizacion social hasta siendo propia dialéctica la que produjo la construcción de nuevas arquitecturas políticas que anunciaban el fracaso de las políticas fondomonetaristas en Santo Domingo.