Kamala Harris, ¡la suerte está echada!
Carlos Nina Gómez
Y después del debate, ¿qué viene? Donald Trump, recio en sus opiniones políticas, va por la revancha. Aceita su maquinaria para contender con la señora Kamala Harris que es la candidata presidencial de Estados Unidos por el Partido Demócrata.
Kamala, que llega como nominada a la Casa Blanca gracias a una agradable coyuntura (tras la decisión del presidente Joe Biden de no ir a una nueva candidatura en busca de la reelección), está consciente de que el cinco de noviembre -día de la consulta electoral de USA-, tendrá un gran reto… se trata del más alto en su vida profesional y política.
Salió beneficiaria producto de un acontecimiento “muy especial” en la política estadounidense sintetizada en la inhabilitación del presidente Biden.
Biden, hay que reconocerlo, asumió una actitud decente, comprensiva y atendiendo a las solicitudes de sus compañeros del Partido Demócrata, entre ellos el expresidente Barack Obama -con quien compartió ocho años corridos en su rol de vicepresidente- y que podría también ser calificada de patriótica en beneficio de la sociedad estadounidense, decidió echar para atrás sus aspiraciones de ser de nuevo candidato y poder sentarse por otros cuatro años en el Salón Oval de la Casa Blanca.
Se vio en serios apuros cognitivos antes y después de su pobre y ruidosamente cuestionada participación en el debate que protagonizó con Trump el pasado mes de junio.
Comprendió -con un criterio que lo enaltece como estadista y consciente de su realidad- que no estaba en condiciones de competir con el expresidente Trump (gobernante en el período 2017-2021) y aceptó pasarle la “antorcha” a su vicepresidenta para que enfrentara al candidato del Partido Republicano
En el perfil de Kamala Harris anotar que, en el lapso de 2017 hasta 2021, fue la primera senadora del Congreso en EE.UU. en representación del estado de California.
Detalle de singular trascendencia: Kamala Harris, si lograr salir airosa en tan dura tarea, se convertiría en la primera presidenta de EE.UU.
Pero, además, en ser la primera negra jefa de la Casa Blanca e hija de inmigrantes en territorio estadounidense. Su madre era de la India y su padre oriundo de Jamaica.
En la cabeza de Kamala debe estar la icónica frase que reza: “La suerte está echada!”, dicha por el gran Julio César cuando cruzaba junto con sus tropas por el famoso río Rubicón.
En la batalla electoral que disputa con Trump no puede cometer la más mínima pifia y debe triplicar sus esfuerzos de campaña con miras a trillar el mejor de los caminos que certifiquen su anhelada victoria el próximo cinco de noviembre.
Sí, porque para Kamala Harris ¡La suerte está echada!
