La crisis alimentaria global:A un año de Rusia-Ucrania.

Clara Sánchez Guevara.

Imagen: OTL

En resumen, en este primer año de guerra, los mayores beneficiarios de la crisis alimentaria y el alza de precios de los alimentos, fueron los complejos agroindustriales controlados por las grandes corporaciones inmersas en el sistema agroalimentario mundial, que no fueron afectados por la pandemia, tampoco con la crisis energética que disparó los precios de los productos básicos alimentarios y menos, en vientos de Gran Guerra.


Hace un año, Estados Unidos a la cabeza de la OTAN comenzaba a utilizar la crisis alimentaria global como un instrumento de presión occidental contra Rusia por llevar a cabo la Operación Militar Especial en Ucrania.

Un mes después de iniciado el conflicto bélico abierto, todos los actores pertenecientes a la esfera de influencia de la OTAN, se plegaron al discurso de una crisis alimentaria global sin precedentes, ocasionada por Putin, donde la guerra era la única causa del incremento del precio de los alimentos, que según la FAO alcanzó su pico más elevado en marzo de 2022; y así mismo, sería responsable de la escasez de suministros alimentarios, particularmente de fertilizantes.

El discurso hegemónico

En este escenario de guerra, el impedimento a Ucrania de exportar 20 millones de toneladas de granos, era el argumento que dispararía una crisis alimentaria global; mientras se omitían las sanciones impuestas a Rusia, de las cuales más del 75 % se aplicaron después del 24 de febrero, impactando las mismas en la exportación de alimentos, fertilizantes y otros insumos agrícolas, incluyendo el suministro energético ruso[1].

Sanciones impuestas al segundo mayor productor mundial de gas, el tercero de petróleo y el sexto de carbón del mundo; el segundo con mayor producción de fertilizantes amoníacos del planeta, el cuarto de fosfatos y el segundo de potasio a nivel mundial y; de los grandes productores de materias primas alimentarias, particularmente de trigo, del cual se utiliza para consumo humano el 70 % de la producción global.

Poniendo en riesgo importantes suministros energéticos, alimentarios e insumos agrícolas para la producción de alimentos a nivel mundial e impactar efectivamente en el incremento de la inseguridad alimentaria en el mundo, sobre todo en aquellos que dependen de estos.

¿Por qué utilizar la crisis alimentaria global en el conflicto bélico?

Primero, para obtener mayor libertad de acción por parte de la OTAN, etiquetando al presidente Putin como el responsable del hambre en el mundo. Un hecho, que no solo involucrara a las poblaciones inmersas en el conflicto bélico, sino que se convirtiera en una amenaza para toda la población mundial.

En segundo lugar, impedir el avance ruso en los territorios de acceso al Mar Negro ucraniano, que dejaría al país sin salida al mar y donde están ubicados los principales puertos sedes de principales transnacionales de comercio de granos del mundo, como Cargill, LDC, Bunge, Cofco, entre otros.

En tercer lugar, garantizar los acuerdos comerciales adquiridos por las empresas transnacionales del comercio granario mundial, anterior a la guerra.

Y en último lugar, porque los mayores importadores de granos desde Ucrania, pudieran tener acceso al suministro de materias primas agrícolas manteniendo su estatus de desarrollo, crecimiento y consumo en medio del conflicto bélico y evitando mayor perturbación en sus suministros de bienes esenciales.

De la pandemia a la guerra

Antes de la guerra, el discurso hegemónico imponía a la Covid-19 como la responsable del aumento del precio de los alimentos, cuando realmente, era el precio del petróleo el que impactaba en éstos, en medio de un crisis energética que lo llevó de menos cero a un aumento significativo del 68 % de su precio en 2021.

Por lo tanto, advertíamos que “si el precio del petróleo alcanzara de nuevo valores no vistos desde 2013, o sea, superar la barrera de los 100 dólares, el pronóstico sería el arrastre del precio de los alimentos a niveles tampoco vistos desde 2011”, situación que se venía confirmando en los dos primeros meses de 2022 (enero y febrero) durante la etapa de tensión entre Rusia y Estados Unidos, antes de la Operación Militar Especial rusa en Ucrania.

Después del 24 de febrero, la Covid-19 ya no era la causa, desde una perspectiva hegemónica, el aumento del precio de los alimentos era exclusivamente responsabilidad de Rusia, específicamente de Vladimir Putin y en consecuencia, recaía en sus hombros la mayor crisis alimentaria global, jamás vista desde la Segunda Guerra Mundial.

Era el presidente de Estados Unidos, en la Cumbre de Bruselas de la OTAN del 24 de marzo de 2022, quien “alertaba” que la escasez de alimentos sí iba a ser real, porque el precio de las sanciones no solo se estaba imponiendo a Rusia, sino también a muchos otros países. Por supuesto, refiriéndose a aquellos, entre los que estaban la Unión Europea, dependiente de materias primas energéticas y agrícolas rusas.

El discurso lo ratificaba Wendy Sherman, vice secretaria de Estado de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas seis días después, desde otra perspectiva: solo Rusia y el presidente Putin habían creado la actual crisis alimentaria mundial.

Una crisis alimentaria que según no existía en 2021, aun cuando el precio de los alimentos se había disparado en un 28 %, un incremento casi comparado al de la crisis financiera mundial de 2007; la población con hambre en el mundo aumentada del 8,9 % al 9,8 % entre 2019 y 2021; y aquella en crisis alimentaria pasaba de 135 millones de personas en 2019 a 193 millones de personas en 2021. Y a mediados de 2022, alcanzaba según estimaciones de la Programa Mundial de Alimentos y de la FAO a 205 millones de personas.

¿Qué sucedió en los meses posteriores?

En los meses siguientes, la crisis alimentaria global fue desdibujándose de los principales temas de agenda internacional en medio de la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, porque los precios de los alimentos después de haber llegado a su pico más alto en marzo de 2022, comenzaron una desescalada que lleva once meses consecutivos en baja, o sea, comenzaron a disminuir desde el mes de abril. Por lo tanto, la guerra en Ucrania, no aumentó los precios de los alimentos, por el contrario, pareciera que los detuvo, cuyo comportamiento sí se mantuvo estrechamente relacionado al petróleo (ver imagen 1).

1-indice-de-precios-de-los-alimentos-vs.-precios-petroleo-1968-dic-2022-alimentos-y-poder
Imagen 1. Relación del precio de los alimentos con el precio del petróleo desde 1968 a diciembre 2022

Sin embargo, esto no impidió que el índice de precios de los alimentos en el año 2022, quedara registrado como el más elevado de la historia en medio de este conflicto bélico, solo que su aumento fue 14 % en comparación con el año anterior.

Por otra parte, la firma de la Iniciativa Sobre los Cereales del Mar Negro a finales de julio, amplió la exportación de los granos ucranianos, con los cuales, supuestamente se puso fin al incremento del precio de los alimentos y con ello, a la crisis alimentaria, que ya no sería global, sino donde siempre, en los países pobres, impidiendo seguir ahondando en el discurso hegemónico de la misma ¿Y por qué?

A través del corredor humanitario acordado entre Rusia, Ucrania, Türquiye y ONU, que suponía también la exportación de los granos y productos agrícolas rusos (cosa que Rusia sigue reclamando hasta ahora) se exportaron hasta mediados de marzo más de 25 millones de toneladas. El detalle, es que estos granos tienen dos características discursivas anti crisis alimentaria global:

  1. No fueron dirigidos a los países pobres y en crisis alimentarias.
  2. Tampoco son los destinados a consumo humano, o sea, a calmar la hambruna en el mundo.

Fueron destinados a los países de ingresos altos, o sea, los que pueden pagar por las materias primas, quienes realmente tuvieron acceso a los granos, permitiéndoles mantener su estatus en el sistema internacional, incluyendo a China. Después ha sido España, Turquía e Italia, los que mayores cargamentos recibieron  a marzo de 2023.

Solo el 3 % de los granos de Ucrania desde el 01 de agosto 2022 al 10 de marzo de 2023 se destinaron a los países pobres; mientras que el 80 % se destinó a aquellos que pueden pagar por ellos, los de ingresos medios-altos y altos (ver imagen 2).

2-destino-de-las-exportaciones-de-granos-desde-ucrania-ago-2022-mar-2023-alimentos-y-poder
Imagen 2. Países destino de las exportaciones de granos desde Ucrania a través de la Iniciativa sobre los cereales del Mar Negro al 10 de marzo de 2023.

Como ejemplo, Kenia, Afganistán, Etiopía, Yemen, Sudán y Somalia[2], reciben solo el 3 % de los granos (ver imagen 3), aun siendo considerados países más afectados por crisis alimentarias donde además, según la ONU, podría agravarse en 2023, junto a Burkina Faso, Chad, Haití, Madagascar, Malí, Níger, Nigeria, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, a los que tampoco les llegó ni un grano de Ucrania.

I-3
Imagen 3. Distribución del destino de las exportaciones de granos a través de la Iniciativa sobre los cereales del Mar Negro al 10 de marzo de 2023.

Mientras que España recibe el 15 % de estos granos, y además, se afirma que los envíos a través de este corredor humanitario se destinaron en su mayoría a la alimentación de cerdos, por ser uno de los mayores productores de esta carne en el mundo.

Además, del total de granos exportados desde ucrania en siete meses, el maíz sigue ocupando la primera posición, representando el 49 % del total de las más de 25 millones de toneladas que han atravesado el Mar Negro (ver imagen 4).

4-granos-exportados-desde-ucrania.-iniciativa-sobre-los-cereales-del-mar-negro-ag-22-mar-23
Imagen 4. Granos exportados a través de la Iniciativa sobre los cereales del Mar Negro al 10 de marzo de 2023.

Maíz, del cual solo el 13 % se usa para consumo humano a nivel mundial, el resto está destinado como forraje para animales y la elaboración de biocombustibles. No precisamente a saciar el hambre en el mundo.

En fin, se han extraído de Ucrania cinco millones de toneladas más de las que quedarían atrapadas con la guerra, y entre tanto, la peor crisis alimentaria global de la historia, ya no importa, porque solo sigue ocurriendo en los mismos países pobres y en conflicto desde hace décadas.

Los suministros alimentarios de Ucrania y Rusia durante el primer año de conflicto.

En Ucrania, considerada por el ex director del Programa Mundial de Alimentos David Beasley como el granero del mundo, ciertamente la producción de cereales disminuyó, sobre todo en las zonas de conflicto.

Según el Ministerio de Agricultura de Ucrania, la producción alcanzó las 54,4 millones de toneladas métricas de granos a mediados de marzo de 2023. De esas, más de 27 millones de toneladas están representadas en maíz, mientras que 20 millones de toneladas son de trigo[3].

En cuanto al maíz, la producción se asemeja paradójicamente a los niveles alcanzados en 2020, estando 36 % por debajo del récord histórico alcanzado en 2021, mientras que su exportación disminuye solo en un 9%.

Con respecto al trigo, es más marcada la diferencia cuya producción se redujo 37 %, respecto a 2021 y su exportación en 39 %.

En general, las exportaciones de granos ucranianos alcanzaron las 32 millones de toneladas, disminuyendo de mayo de 2022 a febrero de 2023 en un 28 %, respecto a 2021, e indicando que no solo se exporta a través del corredor humanitario desplegado por la Iniciativa sobre los Cereales del Mar Negro, sino que continúan abiertas otras vías de exportación.

Y por otro lado, se mantiene la tendencia a la baja de las exportaciones de granos ucranianos, después del récord alcanzado en el año 2019 (ver imagen 5).

I-5
Imagen 5. Exportaciones de granos ucranianos, según registros de empresas 2014 – 2023.

En el caso de Rusia, su cosecha de cereales y oleaginosas, ascendió en 2022 a 157,7 millones de toneladas, de las cuales 104 millones corresponden al trigo, esto es, un 37 % más que en 2021, según el Servicio Federal de Estadística del Estado ruso (ROSSTAT)[4].

Contrario a Ucrania, Rusia tiene desde 2022, 280 mil toneladas de fertilizantes varadas en los puertos europeos por las restricciones impuestas mediante las sanciones aplicadas a las empresas estatales y bancos rusos, obstaculizándole además, significativamente el comercio de granos, que hasta el año pasado, había podido exportar solo 22 millones de toneladas de trigo[5], aunque este representa el 0,9 % más, en el mismo periodo anterior.

Sin embargo, en 2023 se afirma, que existe una adaptación rusa a las sanciones y los problemas relacionados con el seguro y la financiación de carga, por lo tanto, en este escenario actual de gran demanda de los granos rusosse prevé una exportación récord de 44 millones de toneladas de trigo y más de 55 millones de toneladas entre todos los granos (ver imagen 6).

6-exportaciones-de-granos-rusos-2001-2023-alimentos-y-poder-clara-sanchez-guevara
Imagen 6. Exportaciones de granos de Rusia 2001 – 2023.

La producción de commodities alimentarios en el mundo

En el ámbito mundial, en este año de conflicto bélico con vientos de Gran Guerra, donde se pronostica la disminución de la producción de materias primas agrícolas y con ello una crisis de disponibilidad de alimentos[6] “por la interrupción grave de los mercados de alimentos, combustibles y fertilizantes” según la FAO, FMI, Banco Mundial, OMC y PMA, en su declaración conjunta del 15 de junio de 2022 sobre la crisis mundial de seguridad alimentariatampoco sucede en los escenarios catastróficos vaticinados. Y tal como ocurrió en el tiempo de pandemia, el agronegocio mundial siguió su curso con toda normalidad.

De hecho, la producción mundial de las principales materias primas agrícolas (trigo, maíz, cebada, sorgo, arroz) solo disminuirá en 1,3 % según estimaciones (ver imagen 6), correspondiente a 37 millones de toneladas métricas y no precisamente por la guerra, sino por la sequía, que reduce la producción en algunos países como Argentina, aunque este grande del agronegocio suramericano registró en 2022 ingresos récord por más 40.300 millones de dólares en agroexportaciones[7], significando un aumento del 22 %, con respecto a 2021, basado en los precios.

7-estimacion-de-la-produccion-mundial-de-cereales-2017-2023-alimentos-y-poder-clara-sanchez-guevara
Imagen 7. Producción mundial de cereales 2017 – 2023.

Además, hay destacar que esta producción no es precisamente para “alimentar al mundo” como se sigue pregonando de forma romántica, sino de mantener precios altos que hagan rentable al negocio, cuyo comercio internacional es controlado por un puñado de corporaciones, mientras una gran proporción de estos productos básicos alimentarios, se destinan como hemos mencionado, a otros usos, particularmente biocombustibles. Y es lo que sucede en gran medida con el maíz y otros granos que se exportan desde Ucrania.

Otra crisis alimentaria, otro de año de ganancias.

Detrás de cada crisis alimentaria mundial, cuya contracara son los altos precios de los alimentos; las corporaciones, parte del conglomerado que controla el comercio mundial de granos como Cargill, aumentó en un 23 % sus ingresos anuales, alcanzando una cifra histórica de 165.000 millones de dólares a mayo de 2022[8] y sin conocerse todavía el cierre “oficial” del año.

Los ingresos anuales de Archer Daniels Midland (ADM) fueron de 101.556 millones de dólares en 2022 frente a los 85.249 millones del 2021, representando un aumento del 19 %[9]. Mientras, Bunge obtuvo 67.232 millones de dólares, frente a los 59.152 millones en el mismo periodo, correspondiente a un incremento del 14 %.[10].

Por su parte, Louis Dreyfus Company (LDC), el cuarto del conglomerado ABCD, reportó ingresos por 59.900 millones de dólares ante los 49.600 millones del año anterior, representadas en 23 % más, con unas ganancias netas de 44 % en comparación con 2022, más de 1000 millones de dólares, frente a los 697 millones del 2021[11].

En resumen, en este primer año de guerra, los mayores beneficiarios de la crisis alimentaria y el alza de precios de los alimentos, fueron los complejos agroindustriales controlados por las grandes corporaciones inmersas en el sistema agroalimentario mundial, que no fueron afectados por la pandemia, tampoco con la crisis energética que disparó los precios de los productos básicos alimentarios y menos, en vientos de Gran Guerra.

Entre tanto, solo continúa el reacomodo de los principales actores del mundo, en torno al control del sistema agroalimentario mundial, en medio de una transición energética, no tan “verde”, menos acelerada, pero más atropellada, mientras los países en crisis alimentarias, siguen estando exactamente igual, en crisis alimentaria y son los mismos, no otros.


*Clara Sánchez Guevara autora y directora de alimentosypoder.com ; Ingeniera Agrónoma; Magíster en Estrategia y Geopolítica. Autora de Operación bloqueo de alimentos a Venezuela. Cambio de régimen o matar a la población de hambre (2014-2020).

Referencias

[1] (Sánchez Guevara, 2022) El precio de los alimentos: un cóctel de energía, guerra y sanciones. Obtenido de Alimentos y Poder: https://alimentosypoder.com/2022/04/11/el-precio-de-los-alimentos-un-coctel-de-energia-guerra-y-sanciones/

[2] (ONU, 2023) Black Sea Grain Initiative Joint Coordination Centre. Recuperado el 2023, de https://www.un.org/en/black-sea-grain-initiative/vessel-movements

[3] (Share UA Potential, 2023) Cosecha de granos ucranianos 2022 en línea. Obtenido de http://shareuapotential.com/BE/ukrainian-grains-harvest-2022.html

[4] (АГРОИНВЕСТОР, 2023) Rosstat aclaró los datos sobre la cosecha en 2022. Obtenido de https://www.agroinvestor.ru/analytics/news/39916-rosstat-utochnil-dannye-po-urozhayu-v-2022-godu/

[5] (Port News, 2023) Las exportaciones rusas de trigo a finales de 2022 aumentaron un 0,9% a 22,7 millones de toneladas. Obtenido de https://portnews.ru/news/341991/#:~:text=%D0%A0%D0%BE%D1%81%D1%81%D0%B8%D0%B9%D1%81%D0%BA%D0%B8%D0%B9%20%D1%8D%D0%BA%D1%81%D0%BF%D0%BE%D1%80%D1%82%20%D0%BF%D1%88%D0%B5%D0%BD%D0%B8%D1%86%D1%8B%20%D0%BA%20%D0%BA%D0%BE%D0%BD%D1%86%D1%83%202022%20%D0%B3%D0%BE

[6] (Programa Mundial de Alimentos, 2023) Una crisis alimentaria mundial. Obtenido de https://www.wfp.org/global-hunger-crisis

[7] (Bloomberg, 2023). Soja, maíz y trigo: cuánto producirá y exportará Argentina en 2023, según el USDA. Obtenido de https://www.bloomberglinea.com/2023/01/18/soja-maiz-y-trigo-cuanto-producira-y-exportara-argentina-en-2023-segun-el-usda/

[8] (Bloomberg, 2022) Cargill crece sus ingresos anuales en 23% a un récord de US$165.000 millones. Obtenido de https://www.bloomberglinea.com/2022/08/10/cargill-crece-sus-ingresos-anuales-en-23-a-un-record-de-us165000-millones/

[9] (Macrotrends, 2023) Ingresos de Archer Daniels Midland 2010-2022 . Obtenido de https://www.macrotrends.net/stocks/charts/ADM/archer-daniels-midland/revenue

[10] (Macrotrends, 2023) Ingresos de Bunge 2010-2022 | BG. Obtenido de https://www.macrotrends.net/stocks/charts/BG/bunge/revenue

[11] (LDC, 2023) Louis Dreyfus Company informa los resultados financieros de 2022 y anuncia el objetivo de reducción de emisiones de alcance 1 y 2. Obtenido de https://www.ldc.com/press-releases/louis-dreyfus-company-reports-2022-financial-results-and-announces-scope-1-2-emissions-reduction-target/

Fuente: Alimentos y poder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.