La inflacion y el gobierno
Daris Javier Cuevas
Desde tiempos remotos, al exceso y abundancia de metales preciosos, como medio de pagos, siempre se le atribuyó una incidencia en los altos precios en la economía. No obstante, la evolución de los precios siempre ha estado vinculada a situaciones multifactoriales que responden al comportamiento del ciclo económico que definían los niveles de inflación, en particular, los periodos de recesión en el cual los precios tienden a registrar ondulaciones frecuentes, esto es, subir o bajar.
Pero resulta que la principal preocupación de la economía era el desempleo y no la inflación, criterio que se afianza con John M Keynes, desde mediado del siglo XX, lo que en la práctica le permitía a los gobiernos, a través del Banco Central, emitir billetes y monedas sin ningún control para lograr sus objetivos populistas. Pero la inestabilidad de precios y los efectos perturbadores de la década de los setenta es lo que obliga a dar un giro y una mirada de preocupación para que los gobiernos y los bancos centrales se fijaran en los niveles de inflación para evitar prolongados periodos de desequilibrios macroeconómicos e iniciar la lucha antiinflacionaria como objetivo primario de la política económica.
En cuanto a la estabilidad de los precios, esta se refiere a que en un determinado periodo los precios de los bienes y servicios no registren alteraciones generalizadas, sino que los precios permanezcan inalterables en el tiempo y así se logra el objetivo primario de la política económica, que es la estabilidad de precios, el cual define el éxito o fracaso de la política monetaria.
El costo de tener elevados niveles de inflación es muy alto ya que sus efectos se manifiestan con la pérdida del poder adquisitivo, alto costos de la canasta alimenticia, distorsiones fiscales provocadas por la inflación, desconcierto e incomodidad de los consumidores, así como un cambio de aptitud de la población hacia el gobierno. En adicion, en una economía con una situación inflacionaria alta es prácticamente imposible contar con un sistema tributario que no castigue de alguna manera al ahorro y la inversión ya que la inflación puede afectar negativamente el crecimiento económico, induce a los individuos y las empresas a mantener bajos niveles de efectivo para sortear los costos de la inflación, lo cual disminuyen la cantidad de trabajo disponible para la producción de bienes y reduce el crecimiento económico y, a su vez, reduce la capacidad del sistema financiero de llevar a cabo con eficiencia sus funciones de intermediación en virtud de que esta aumenta la incertidumbre sobre la evolución futura de la política económica.
En el contexto de la estabilidad de precios no se puede afirmar que haya un determinado ritmo aceptable de crecimiento de los precios para todas las economías y en todo momento, pues resulta inadmisible tal situación cuando se asiste a situaciones muy volátiles en cada economía con sus particularidades. Por igual, se puede afirmar que en un mundo cada vez más globalizado la desorientación en el ritmo de crecimiento de los precios de una economía respecto de aquellas que mantiene relaciones económicas es la preocupación sistemática de los hacedores de política económica fruto de que mientras persistan altos niveles de precios, es poco probable alcanzar la estabilidad macroeconómica.
En el caso particular de la economia dominicana, el gobierno se resiste admitir que la inflacion está deteriorando la calidad de vida de la población, pero tampoco pueden justificar las razones del flagelo inflacionario y solo recurren a la publicidad engañosa para ocultar la incapacidad para mitigar la inflacion. Pero resulta que las cifras del banco central evidencian una situación extremadamente compleja para los consumidores en virtud de que el costo de la canasta familiar se ha duplicado durante el periodo abril 2020-abril 2023 por el orden de los RD$7,647.66, esto es, un 21,19%, impactando a los que menos tienen, el quintil 1, en un 23.25%, lo cual destruye la certidumbre de los más pobres
¿Qué dice usted señor gobierno? ¿Cómo se atreven hacer comparaciones de la inflacion local con la de otros países con monedas distintas?