Las extraordinarias ganancias de laboratorios con las vacunas violan los derechos humanos

Por Alfredo Zaiat. SPUTNIK. Seis empresas occidentales que están liderando la distribución de las vacunas contra el COVID-19 son responsables de una crisis de derechos humanos sin precedente, por su negativa a renunciar a los derechos de propiedad intelectual y compartir la tecnología de las vacunas.

La rápida aparición en 2020 de vacunas eficaces contra el COVID-19 es un hito de la ciencia, de los Estados financiando investigaciones y de laboratorios que empezaron la producción en tiempo récord.
Esta respuesta brindó esperanza al mundo en los días más sombríos de la pandemia. Garantizar el acceso a la vacuna al máximo número de personas en el plazo más breve posible era la vía más eficaz para salir de esta inédita crisis de salud.
Sin embargo, las pocas empresas que desarrollaron estas vacunas a una velocidad récord deberían haber desempeñado un papel diferente, suministrando las dosis de manera equitativa en todo el mundo y tomando todas las medidas necesarias para incrementar la producción.
No lo hicieron. Además, casi ninguna de ellas da prioridad a las entregas dirigidas a los países pobres, informó Amnistía Internacional en Dosis doble de desigualdad: Las empresas farmacéuticas y la crisis de las vacunas contra el COVID-19.
Esto no obedeció solamente a las acciones y omisiones del sector farmacéutico: los Estados ricos compraron toda la ofertadisponible y acapararon dosis.

Quién es quién

Las seis compañías occidentales son AstraZeneca, BioNTech, Johnson & Johnson, Moderna, Novavax y Pfizer. El informe detalla que para fines de 2022, BioNTech, Moderna y Pfizer habrán ganado en conjunto 130.000 millones de dólares.
1.

AstraZeneca es una farmacéutica sueco-británica que fabrica y distribuye la vacuna contra el coronavirus elaborada por la Universidad de Oxford.

2.

Johnson & Johnson es una multinacional cuya sede se encuentra en Nueva Jersey, Estados Unidos. Janssen Vaccines & Prevention B.V., su filial de propiedad exclusiva con sede en los Países Bajos, elaboró una vacuna monodosis de vector viral contra el COVID-19.

3.

Moderna es una empresa de biotecnología cuya sede está en Cambridge, en el estado de Massachusetts, Estados Unidos.

4.

Novavax es una empresa de biotecnología cuya sede está en Maryland, Estados Unidos. A diferencia de los demás desarrolladores de vacunas, Novavax aún no ha obtenido la autorización de las autoridades reguladoras.

5.

Pfizer es una multinacional farmacéutica con sede en Nueva York, Estados Unidos, que se ha asociado con el desarrollador de vacunas BioNTech establecida en Mainz, Alemania.

Los inversores institucionales en estos laboratorios también tienen responsabilidades en materia de derechos humanos. Amnistía Internacional ha identificado a los 10 mayores gestores de activos y bancos con sede en Estados Unidos que tienen participaciones combinadas por valor de más de 250.000 millones de dólares en desarrolladores de vacunas.

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