Movilización permanente: cientos de miles de franceses salen a las calles en las principales ciudades.

REDCOM. Cientos de miilesos francesas y franceses salen a las calles en las principales ciudades de Francia. Llaman a la movilización permanente luego que el Régimen de Macron aprobara la reforma de las pensiones por decreto sin pasar por la aprobación del Parlamento.

Desde ahora la edad de jubilación pasa de 62 a 64 años. La legislación francesa habilita al Ejecutivo a adoptar una ley sin votación, aunque el Parlamento podrá plantear la cuestión de la confianza al Gabinete.

Desde hace meses que las élites pretendían instalar la reforma jubilatoria. La clase trabajadora viene resistiendo el proyecto de ley con huelgas y protestas que incluyen bloqueos de carretera y masivas concentraciones que terminaron con represión policial.

El avance de la reforma para adelantar las jubilaciones es un antecedente para avanzar en otros países contra los derechos de la clase trabajadora en un contexto de guerra y crisis económica.

Este jueves se han vuelto a registrar una violenta represión del brazo armado del Régimen a manifestaciones pacíficas. París, es el epicentro de las masivas protestas.

El Parlamento quedó pintado

El jefe del Régimen francés, Emmanuel Macron, decidió forzar su polémica reforma de pensiones en la Asamblea Nacional sin convocar una votación en el Parlamento.

Macron solo acató un poder constitucional que permite al Gobierno eludir a los legisladores, así lo ha expresado el medio hegemónico Le Monde.

El anuncio se produjo horas después de que la Cámara Alta aprobara una versión final del proyecto de ley.

El pasado 10 de enero la primera ministra del país, Élisabeth Borne, presentó por primera vez la controvertida reforma de pensiones. Según el texto, ahora, las autoridades empezarán a aumentar la edad de jubilación en tres meses al año a partir del 1 de septiembre de 2023, hasta alcanzar los 64 años de edad en el 2030. Borne aseguró a los legisladores que el proyecto es fruto de densas consultas con sindicatos, organizaciones patronales y grupos parlamentarios.

La Ley encontró rechazos entre los legislativos de oposición quienes presentaron varias mociones de censura.

Para la líder de la derecha francesa, Marine Le Pen, la primera ministra del país debe dimitir pues sus acciones son un golpe a la democracia. En ese sentido, calificó la situación como una crisis de facto.

Asimismo, el secretario de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), Laurent Berger, aseguró que recurrir al artículo 49.3 de la Constitución demuestra que el Gobierno de Macron no tiene mayoría para aprobar la ley. A su juicio, fracasó el compromiso político y llamó a escuchar a los trabajadores quienes son los verdaderos afectados.

Las huelgas continúan

Entretanto, miles de jóvenes reunidos en París marchan nuevamente contra la reforma, mientras los recolectores de basura mantienen su huelga en la capital francesa.

Además del levantamiento parisino, los manifestantes organizaron masivas concentraciones en ciudades como Grenoble, Lyon, Burdeos, Bayona, Hendaya, Vienne y Poitiers, entre otras.

Con información de: Le Monde/AL Mayadeen/ANRed/

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