«Se diseña la arquitectura de un nuevo orden mundial»
Por Manolo Pichardo
Expresidente del Parlacen y la Copppal
1. El conflicto bélico ruso-ucraniano es la expresión del proceso de recomposición de fuerzas a nivel global ante el descenso y ascenso de potencias en el que se diseña la arquitectura de un nuevo orden mundial que EE.UU. aspira a liderar según ha manifestado el Pdte. Joe Biden.
2. El manifiesto deseo de Biden de que su país lidere el nuevo orden mundial, es el reconocimiento implícito de que el actual orden, que lideró su país de forma única desde 1991, se deshace afianzando una multipolaridad que evoluciona con resistencia de Occidente: EE.UU./UE/OTAN.
3. Por ello, este conflicto puede conducir a caminos inciertos, incluso al cambio del escenario ucraniano. Todo dependerá de las fuerzas que desaten la lucha por la hegemonía o el interés de consolidar un «mundo multicéntrico», que responda a reglas de juego más horizontales.
4. En este contexto, las vías diplomáticas se dificultan, porque la desesperación del que desciende le impome recuperar su espacio a toda costa, y el que asciende no escatimará esfuerzos para enfrentar a quien quiera impedir su ascenso, como ha ocurrido a lo largo de la historia.
5.. Así las cosas, es imposible saber hacia dónde se encamina el conflicto, pues la cuestión existencial hace de él un problema nada menor que puede conducir a la irracionalidad que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia, incluido el horror de Hiroshima y Nagasaky.
6.Nada es descartable, y la neutralidad de algunos países dependerá de la capacidad de resistencia a las presiones o provocaciones, a que la escalada en el conflicto alcance tal magnitud que no entrar al juego amenace sus intereses y su entrada se convierta en asunto vital.
7. Hay, sin embargo, un resquicio para la esperanza, y es que uno de los actores -actor en otros escenarios parecidos- no saldría ileso: a su territorio, esta vez, llegaría la destrucción, entonces la lógica de la suma cero tendría mayor sentido.
