Una desrealización al poema “Lucía” de Joaquín Balaguer

Virgilio López Azuán

Desde mis primeros balbuceos en la literatura dominicana, admito que me gustó más “Gólgota Rosa” que “Lucía”, pero ¡qué bonito es “Lucía”! No quiero hacer comparaciones, esta vez sólo expreso mis preferencias.

Nunca olvidaré una noche mientras cenaba. Sobre la mesa, cayó una salamandra o “salamanqueja”, como decíamos los muchachos de entonces. Venía del techo donde cazaba unas maripositas que revoloteaban en torno de la bombilla encendida. Me paré de la silla, pero ese animalito no se movió, se quedó sobre el mantel con sus ojos como si me vieran. En seguida se me ocurrió mirar hacia el techo. Allí estaba su compañero, muy cerca de la luz. No sabrán nunca cuantos pensamientos cruzaron veloces por mi mente; cuántas comparaciones, imágenes y abstracciones pude compilar en esos segundos. Como si vinieran en efluvios esos fantasmas de la imaginación, se apersonaron, cerraron el paso al deseo de seguir cenando y me asaltaron vilmente los espacios sensibles que habitan en mí. Ahora, no sé si esa salamandra me despertó los inframundos, las pasiones híspidas, las ganas de protestar, las venganzas, la rabia insidiosa de un rebelde juvenil, incubada en los doce años del balaguerato.Bueno, no sé. Perdonen, pero esta vez la verdad no lo sé.

Empiezo de esa manera para decir que uno de los poemas más difundidos de Joaquín Balaguer es “Lucía”, y se conoce como una “canción criolla” aunque el etnomusicólogo Julio César Paulino rechaza esa versión diciendo que solo se trata de un poema. Las siguientes reflexiones giran sobre el texto de la composición aludida. Las referencias dicen que su autor se inspiró en una hermosa mujer de la sociedad puertoplateña. Algunos pensarán, lo mismo que yo, que ésta debió ser una mujer sin igual, que su belleza trascendía los espacios de la metáfora más alta del sentir poético. Tanto que fue capaz de mover las liras internas de un hombre como Balaguer para producir esos versos de tan hondo lirismo. Era tan “leve y tan sublime” que no tenía “más peso que una flor”. No sólo eso, “en una flor debió de haber nacido”.

Independientemente de que este poema se circunscribe a una época donde lirismo poético en la República Dominicana estaba en un buen momento, y que la trascendencia en el tiempo de estos versos siempre es objeto de cuestionamiento por algunos, no es menos cierto que pocas veces en la poesía dominicana se encuentren grados de alta sensibilidad como lo expresado por Balaguer en este poema. ¡Claro! Con todo el respeto al poema “Gólgota Rosa” de Fabio Fiallo y quizás otro que el lector podrá señalar con acierto pero que en definitiva son pocos.

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