¿Cuáles son las tendencias sociales y políticas dominantes? (1 de 3)

Por Juan Carlos Espinal. Toda la oposición política está cada vez más preocupada por la amenaza socio – económica planteada por la crisis sanitaria a lo largo de los 158 municipios del territorio.

Las preocupaciones por la inflación resultan, por lo tanto, muy relevantes con respecto al aumento desproporcionado de los precios de los artículos de primera necesidad, el aumento en más de un 50% de los materiales de construcción y el impacto de los prestamos por US13 mil millones de dólares en 12 meses.

Por lo tanto, el gobierno del presidente Luis Abinader debería colaborar de una manera estrecha con la oposición política en la promoción de mantener la gobernabilidad, ampliar los protocolos sanitarios con la OMS OPS para acceder a la cooperación internacional y fomentar un clima de confianza que le permita al gobierno dominicano acceder a la renegociación de la deuda con los compromisos acreedores.

Las tendencias sociales dominantes establecen la expansión del crimen organizado, el aumento de una atmósfera de insatisfacción popular acelerada por el desempleo generalizado y la percepción de la sociedad en su conjunto sobre la falta de planificación del gobierno dominicano.

Las tendencias políticas dominantes confirman un rápido deterioro de la imagen del presidente Abinader, pérdida del liderazgo político del PLD y crecimiento político de la Fuerza del Pueblo.

En la etapa actual no pueden definirse con seguridad ni fijarse definitivamente los límites de maniobra con que cuenta la oposición política aunque el liderazgo de la oposición se asocia con Leonel Fernández.

Es destacable establecer que las perspectivas de la clase media plantea futuras adhesiones hacia Fuerza del Pueblo. El voto independiente que decidió las elecciones presidenciales del 2020, de nuevo está moviéndose de forma consciente hacia su origen.

En todo caso, los problemas del CPPLD con la justicia, la incapacidad política del PRM de presentar soluciones concretas a la población, el vacío político generado por los más de 500 días en pandemia han roto con la socialización tradicional desarticulado el consenso social sobre los grandes problemas nacionales.

En ese escenario, los tres partidos mayoritarios FP, PLD y PRD rechazan la reforma fiscal del gobierno del presidente Abinader. Ello tendrá graves consecuencias para la estabilidad política, la institucionalidad democrática y la gobernabilidad interna del PRM.

Por consiguiente, el proceso de expansión de afiliación de Fuerza del Pueblo, de ampliación de debilitamiento del PLD y los problemas de fragmentación en el PRM continuarán probablemente a través de diversas etapas políticas en curso.

No obstante, la división politica en el PRM no debería llevar a que se diera un paso atrás hacia la confrontación.

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