El desayuno escolar y los concursos

Por Miguel SOLANO

Si no se elige un claro camino institucional, en el Ministerio de Educación la lucha contra la corrupción será cementerio muerto, abandonado, será cadáveres que salen a caminar con sus lápidas al hombro. ¿Dónde está, Luis Abinader, el dilema?

El primer paso es entender que corrupción y robo no es lo mismo. Corrupción es la descomposición del estado normal de una cosa. Por ejemplo, a tu piel le cayó viruelas, tu piel se corrompió, pero nadie se la ha robado, sigue siendo tu piel. A ti te atacó una diarrea porque tu sistema intestinal se corrompió, pero sigue ahí, funcionando mal, afectado por algo que afecto su funcionamiento normal. ¿Cómo se destruye la corrupción? Retornando las cosas, los órganos, a su funcionamiento normal, devolviéndole su institucionalidad . En los órganos estatales el único camino posible es la institucionalidad, que se logra mediante una ley y un protocolo que garantice la responsabilidad colectiva e individual de cada ente actuante, mediante el funcionamiento del sistema de chequeo y balance.

El robo ocurre cuando una persona o un grupo de personas se ponen de acuerdo para sustraer un bien sobre el cual no tienen dominio jurídico. Hasta ahora nadie sabe por qué las gente roba. Antes se llegó a pensar que ese fenómeno lo generaba la pobreza, pero un análisis de los números dio como resultado que roban más los ricos que los pobres, que los ricos roban con más eficiencia, con más sagacidad y con más perversidad. Los antiguos que conocían el tema escribieron en la biblia que no se conciderara como robo aquel que lo realiza para comer, pasándolo a catalogar como hambriento y por tanto fuera de penas y castigos. Entonces, ¿cómo lograr hacer funcionar el desayuno escolar y el almuerzo de la tanda extendida?

Pueden ejecutarse los siguientes pasos :
1 — Como lo hacen en Estados Unidos, que los concursos para suministrar los alimentos sean por escuelas.
2— Que cada escuela tenga su propio protocolo para que los suplidores adaptan los alimentos a las necesidades locales, regionales, de manera que la producción de las regiones esté integrada al sistema educativo.
3 — Que cada escuela cree una plataforma científica que integre la investigación a la alimentación local.
4— Que cada escuela integre un jurado de concurso que sea electo, el mismo día, mediante el sistema de propuestas públicas, oral y contradictoria. Dicho jurado deberá estar compuesto por todos los integrantes del sistema : Padres, alumnos, profesores… Y ningún oficial electo, como alcaldes, regidores, diputados, senadores… Esa plaga no puede entrar.

Si actuamos así, contralamo los siguientes problemas :
1 — Se elimina la irresponsabilidad de las comunidades y su tendencia maléfica a culpar al Ministerio de todo lo malo.
2— Cuando ocurra algo que afecte, sólo afectará a una parte pequeña y ello, posiblemente, sea fácil y rápido de resolver.
3—La prensa y las redes sociales tendrán que enfocarse en sus comunidades.

Ahora, señor Presidente, don Luis Abinader, a usted le toca tomar las decisiones que posibiliten el divino camino institucional. Y lo primero que debe hacer es eliminar de un sólo plumazo todos los concursos realizados y darles a las comunidades su derecho a administrarse, que vivan o mueran por sus actos. Si el nuevo ministro piensa que puede administrar al Ministerio como si fuese su universidad privada, su fracaso y el suyo están asegurados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.