Rusia despliega armamento nuclear en Bielorrusia como una respuesta al expansionismo de la OTAN

Mariano Yberry.

El despliegue de armamento nuclear de Rusia en territorio bielorruso puede ser interpretado como una respuesta de Moscú ante el expansionismo que la OTAN ha llevado a cabo durante los últimos 30 años hacia las fronteras del país euroasiático, observan en entrevista con Sputnik dos analistas geopolíticos.

Rusia responde con un reforzamiento de su cooperación militar con Bielorrusia ante la insistencia de las potencias occidentales de alimentar las llamas del conflicto en Ucrania con el envío a Ucrania de proyectiles de uranio empobrecido, asegura la especialista en Historia Diplomática de Rusia y su Política Exterior por la Universidad Estatal de San Petersburgo, Imelda Ibáñez.
Para la experta, el anuncio que hizo el presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el despliegue de armamento nuclear tácticoes una respuesta clara a la decisión que tomó esta semana el Gobierno de Rishi Sunak.
El pasado 21 de marzo, el Reino Unido anunció el envío de proyectiles de uranio empobrecido, los cuales, aunque no se consideran armas de destrucción masiva, sí emiten material radioactivo que pueden afectar las cosechas. Moscú condenó el hecho y advirtió que esta decisión «podría afectar las exportaciones de productos agrícolas de Ucrania».
Ibáñez considera que esta decisión se da «en un contexto en donde el régimen de control de armamento ha sido trastocado» por el conflicto en Ucrania, y se agudiza con la llegada de las municiones de uranio empobrecido, «lo mismo que se utilizó cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó Serbia».
De este modo, mientras «los líderes occidentales están avivando las llamas del conflicto» con más armas a Ucrania, Rusia responde reforzando su «cooperación táctico militar con Bielorrusia».
«Los intereses tanto de política exterior y de estrategia militar, tanto de la Federación de Rusia como de Estados Unidos, están cambiando», opina Imelda Ibáñez.

Si la OTAN lo hace, ¿por qué Rusia no?

Ante el expansionismo de la Alianza atlántica en países como Alemania y los Países Bajos, el Kremlin ha decidido proteger su seguridad nacional, esta vez con el despliegue táctico de armamento nuclear en suelo bielorruso.
Según Putin, para el 1 de julio Moscú terminará en Bielorrusia un silo para el almacenamiento de armamiento nuclear y subrayó que las armas se desplegarán sin violar las obligaciones del Tratado START.
«El argumento ruso [de desplegar armamento nuclear en Bielorrusia] tiene una lógica: si la OTAN y Estados Unidos lo hace, nosotros también tenemos derecho de hacerlo», asegura en entrevista con Sputnik Irwing Rico, internacionalista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en Seguridad y Militarización en el Sistema Global.
El experto destaca también las diferencias entre armamento nuclear táctico y estratégico: «No son lo mismo. Rusia ha anunciado un despliegue táctico, pero el estratégico es el que tiene un potencial de destrucción mucho mayor, un despliegue de unos 50 kilotones, ese es el que se considera verdaderamente amenazador para la seguridad global por sus capacidades de destrucción masiva».
Sin embargo, el armamento nuclear táctico es mucho más focalizado y sus afecciones son más territoriales, capaces de afectar puertos, instalaciones estratégicas o zonas específicas de una ciudad. «Tiene un alcance más limitado», observa el especialista.

Armar a Ucrania tiene un costo

El anuncio de la cooperación con Bielorrusia se da semanas después de que el presidente Vladímir Putin anunció la suspensión de la participación de Rusia en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III, por sus siglas en inglés).
Moscú asegura que su pausa en dicho Tratado se debe a que varios países occidentales están interesados en «inspeccionar nuestras instalaciones de defensa», utilizando como pretexto el conflicto en Ucrania.
Por ello, afirma Ibáñez, no es casualidad que ahora Rusia responda con el despliegue de armamento nuclear en Bielorrusia, lo cual, dice, no vulnera de ninguna manera el START III: «Lo de Rusia es una respuesta de desescalada ante la forma en que los líderes occidentales quieren seguir armando Ucrania».
«Ellos [Rusia] no están llevando armamento nuclear a Ucrania. El presidente [Vladímir Putin] ha reiterado en diversas ocasiones que ellos no lo van a hacer de ninguna forma, ellos no van a sentar ese nuevo precedente. Ese precedente ya lo tiene Estados Unidos», asevera la integrante del Centro de Estudios sobre Eurasia.
El anuncio de la cooperación militar de Moscú con Minsk se da en un contexto en el que el ingreso de Finlandia a la OTAN parece inminente, tras tener el visto bueno del Gobierno de Turquía y con los pronósticos favorables respecto a la aprobación del Parlamento turco.
Pese a ello, la analista considera que se trata de dos procesos distintos, principalmente por la cuestión geográfica, ya que el Mar Negro y el Mar Báltico son «dos blancos geopolíticos y de defensa occidental» que Rusia históricamente ha defendido.
«Dependiendo del estatus que le den a Finlandia [en la OTAN] va a ser como responda Rusia en la parte del Báltico […]. Al momento en que Finlandia decide ingresar a la OTAN y quitar su estatus de país neutral, tendrá que posicionarse de una forma táctica», considera Ibáñez.
Sobre la posibilidad de que el anuncio de Rusia afecte la posibilidad de negociación del plan de paz propuesto por China, la experta considera que este se mantiene como una opción para construir «un nuevo esquema de negociación y de proyección de política exterior» que permita «un reordenamiento de los intereses estratégicos de las grandes potencias».

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