La Unión Europea se convierte en un paria internacional
REDCOM. La ‘diplomacia’ de la Unión Europea está en manos de alguien que se permite calificar a Rusia, una de las principales potencias mundiales y el vecino más importante del bloque comunitario, como «una gasolinera» que «tiene una bomba atómica».
Son palabras que salieron de la boca de Josep Borrell, al frente del Servicio Exterior europeo, quien convirtió su cargo en algo opuesto a la diplomacia, al igual que se hizo con el llamado Fondo Europeo para la Paz que sirve para armar al régimen de Kiev.
En otras palabras, estamos asistiendo a una ‘diplomacia’ que se dedica a promover las guerras en vez de trabajar por el acercamiento, el entendimiento y la convivencia entre las naciones del mundo.
La retórica del señor Borrell, que combina a la vez una infinita soberbia y la primitividad de un lenguaje típico de un bar de borrachos, constituye una contundente ilustración de cómo la Unión Europea y su amo estadounidense tratan a todos aquellos países por fuera del paradisíaco ‘jardín’ occidental: para ellos no somos nada.
No es de extrañar que no se quisiera ver a la Unión Europea en la presente cumbre de los BRICS en Sudáfrica, donde se abordan los mecanismos para avanzar en la formación de un mundo multipolar y la desdolarización, entre otros temas apoyados por la mayoría de la población de la Tierra.
Basta con mencionar que ya son más de 20 países los que solicitaron unirse a los BRICS, un hecho que, según el canciller ruso, Serguéi Lavrov, demuestra el hartazgo mundial por “el chantaje y las presiones de las élites occidentales, sus pretensiones coloniales y racistas”.
Es decir, la comunidad internacional está harta de todo aquello que encarna Josep Borrell, quien convirtió a la Unión Europea en un paria mundial.
Les invitamos a conocer más detalles en un nuevo vídeo del colega Victor Ternovsky.